A pesar de contar con un extenso currículum que incluye papeles protagonistas en series de televisión como «Yo soy Bea» o la colombiana «Mentes en shock», este actor alicantino consiguió entrar en esta superproducción por el método tradicional: el casting. En la escuela donde estudia canto alguien le dijo que Jaime Azpilicueta, una auténtica eminencia en España en el mundo del musical, buscaba a un actor y se presentó. Su perfil ha encajado y ahora da vida a un novelista norteamericano en pleno inicio de la Alemania nazi, acompañado de más de 60 profesionales.

Esta manera de empezar en el mundo del musical quizá le dé pistas por dónde encaminarse...

No descarto hacer más musicales, porque me está pareciendo una gran experiencia, pero estoy abierto a todo tipo de proyectos tanto aquí como en cualquier parte del planeta. Recibí esta oferta mientras rodaba un piloto para una serie en Estados Unidos y no me lo pensé dos veces en cruzar medio planeta, de la manera más rápida posible, para embarcarme en esta aventura. Estar en el epicentro de una superproducción de estas características es una sensación increíble.

¿Y lo de cantar? ¿Da el tono?

Cuando me formé como actor también trabajé la voz y las clases de canto. Siempre he cantado, lo que pasa es que no se ha dado el caso en el que tuviera que hacerlo delante de tanta gente. Es una formación además más lírica, vinculada sobre todo a la ópera. Sin embargo, «Cabaret», a pesar de ser un musical, tiene mucho de teatro. La historia y el texto tienen peso.

Hable un poco de Clifford...

Es un personaje muy complejo al que le he dado todo: mi cuerpo, mi línea de pensamiento... Me transformo totalmente. Se trata de un escritor de Estados Unidos que llega a Berlín y se topa con los primeros brotes del nazismo. Se convierte en la excusa del autor para hablar de cómo vivió Alemania toda aquella época. Se podrían realizar paralelismos con lo que ocurre actualmente a nivel político con el crecimiento de los populismos. Quizá por eso es un clásico que se ha mantenido durante 50 años. Es bueno que desde el arte siempre se den visiones sobre los grandes temas actuales, que se invite a la reflexión.

Cuenta con un extenso currículum en televisión. ¿Cómo valora el auge de las teleseries?

Me parece que el aumento de calidad en Estados Unidos está obligando a que las producciones tanto españolas como de otros puntos del mundo incrementen el nivel. También hay que decir que fuera de nuestro país se valora mucho más el trabajo que hacemos aquí. Sobre todo, gracias a plataformas como Netflix o Yomvi. Una de mis últimos papeles protagonistas fue el de psiquiatra en una serie colombiana para Fox y la calidad era genial. De hecho, se ha emitido tres veces en EE UU y ha llegado a millones de personas. El mercado está en un buen momento y descentralizado.

Da clases en el máster de interpretación de la Universidad de Alicante. Elche, con la tradición teatral que tiene, ¿debería contar con algún tipo de título?

Las instituciones locales (Ayuntamientos o universidades) deberían de preocuparse por la implementación de títulos de arte dramático, porque no tenerlos supone la fuga de los grandes actores de tu ciudad, que buscan las escuelas.