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Joyas sobre 4 ruedas con 50 años de vida

Más de 200 Citroën 2CV se concentraron ayer en el parking de Candalix y el Paseo de la Estación

Los Citroën 2CV toman el Paseo de la Estación y el parking de Candalix

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Más de 200 antiguos Citroën 2CV tomaron ayer el parking de Candalix y el Paseo de la Estación durante la novena edición de la concentración nacional de este tipo de vehículos, símbolos de una época en la que los ciudadanos empezaban a viajar sobre cuatro ruedas respirando aire de libertad. Para muchos, su primer coche. Para otros, un capricho de mecánica y carrocería antigua cuidado hasta el último detalle. Tanto, que algunos parecen nuevos. De hace 50 años, sí, pero nuevos. Tuneados, relucientes, con el mismo ruido del motor que cuando representaban lo mismo que hoy un coche de alta gama.

Una caravana multicolor de este tipo de joyas andantes y sus derivados, el Citroën Dyane y el Citroën Meary, se adueñó de los alrededores del Parque Municipal en una soleada mañana de domingo que estuvo amenizada por la actuación musical del grupo Thinking Vespas. Todo muy retro, muy llamativo, muy del gusto de los miles de ilicitanos que se acercaron hasta el Paseo de la Estación para recordar cuando ellos tuvieron un 2CV. Algunos para buscar el coche que vendieron hace años, otros simplemente para inmortalizarse con los vehículos que marcaron su juventud o la de sus padres.

En total, 206 vehículos y 406 participantes dieron vida a una jornada que contó con ejemplares llegados desde distintos puntos de Europa e, incluso, con un conductor aterrizado desde California, EE UU, al que la organización le prestó un vehículo para tomar parte de esta masiva concentración.

Entre los Citroën 2CV expuestos a lo largo del fin de semana destacaron el más antiguo de la muestra, que data del año 1.956, y los cuatro que se mantuvieron a la vista de todos el viernes y el sábado en el Centro de Congresos: uno conmemorativo del Mundial de Fútbol que se celebró en España en 1.982, y por el que siempre se recordará a «Naranjito»; uno de los primeros 2CV que se introdujeron en España, del que sólo quedan seis ejemplares en el país; otro que recorrió hace años el largo y tortuoso trayecto que separa París de Pekín; y un cuarto que el pasado año participó en el último Rally de Marruecos.

«Performance» en directo

El grafitero Javi Ros pintó uno de estos Citroën 2CV ante la atenta mirada de muchos curiosos que observaban atónitos cómo cambiaba por completo la fisionomía del vehículo con sus«sprays».

Esta mañana, casi la mitad de los participantes en la concentración pondrá rumbo a Santa Pola para embarcarse en una tabarquera y disfrutar del típico caldero de la isla. Tanto o casi como los Citroën 2CV, convertidos ya en religión.

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