La pluma novel de Lucas Alcón ha seducido a la editorial Chiado, encargada de publicar «la historia que siempre había querido escribir». Un orgullo y un sueño cumplido con tintes de novela antigua.

¿Cómo se siente ante la publicación de su primera novela?

Es una satisfacción personal porque me lo planteé como un reto. Desde hace muchísimos años tenía una idea en la cabeza y la ilusión por desarrollarla. No tenía base previa, pero llega un momento en el que te decides aunque no sabes ni si la vas a acabar. Es una ilusión que vas trabajando día a día hasta que te encabezonas lo suficiente para llegar hasta el final. A partir de ahí, conseguir que una primera obra, una primera novela, me la publique una editorial como Chiado pues sí que es un orgullo y un sueño cumplido.

¿Cuándo estará «La maldición de Sikris» en las librerías?

El libro se presenta el próximo jueves en el Centro Cultural Clarisas, y a partir de la semana siguiente comenzará la distribución en tiendas. En principio se publica para España y Sudamérica, y ojalá despierte el interés suficiente en la gente para que se traduzca a otros idiomas y pueda comercializarse en otros países en los que se encuentra la editorial.

¿Qué lleva a un abogado a engendrar una novela?

Yo me dedico a la abogacía, pero no solo me considero abogado. Soy una persona inquieta y siempre me ha gustado mucho la lectura y escribir, aunque nunca había pasado de dos o tres hojas de una demanda o a lo mejor un relato muy corto cuando era pequeño. Yo tenía un estructura en la cabeza y me había planteado el reto a nivel personal. Lo fácil es no llegar a empezarlo o no terminarlo, pero me encabezoné lo suficiente para llegar al final.

¿De dónde surgió la idea para dar forma a su novela?

«La maldición de Sikris» es una colección de tópicos que a mi siempre me han gustado desde pequeño. Influencias de libros, series, películas, situaciones cotidianas... Al final lo he mezclado todo y ha salido la historia que siempre había querido escribir.

¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra?

Pues muy apasionante porque empiezas absolutamente de cero y hay un momento en el que surge la magia. Yo he llegado a vivir un año entero en esa mansión y con esos personajes, rondando a todas horas por mi cabeza.

¿Guarda paralelismos con algún estilo o autor?

En cierto modo pretendo reivindicar a los clásicos del género negro. A mí me gustan mucho las estructuras de historias, las novelas de antes o las películas de antes, con una trama argumental, una estructura y un desarrollo. Por situarlo en algún género podría ser como una novela de Agatha Christie pese a que se desarrolla en la actualidad. Es una novela policiaca centrada en una gran mansión, que es donde discurre el 80% de la historia. Otra referencia es el juego del Cluedo. Además, he querido incluir elementos sobrenaturales y está relacionada con el antiguo Egipto, con descubrimientos que se hicieron en el pasado. En definitiva, es una novela a la antigua usanza, de las de no me cuentes el final.

Pese a ser un completo desconocido no le han faltado ofertas de diferentes editoriales...

Siempre sueñas con ello. Hay que trabajar en pequeño pero pensar en grande. A mi me decían que me lo iba a tener que autopublicar, y yo siempre decía que primero lo tenía que terminar y luego que me permitieran tener la ilusión de enviarlo a alguna editorial y que se interesara por la novela. Ahora mismo para escritores noveles es muy difícil porque las editoriales apuestan por autores consagrados o bien por gente famosa que no sabe escribir. He tenido bastante suerte porque enseguida firmé con Chiado y tuve tres ofertas más de otras editoriales.

¿Habrá segunda parte?

La gente que lo ha leído dice que la novela pide una segunda parte por el personaje principal. El detective es un antihéroe a la antigua usanza con mucho carisma... Ya veremos.

¿De dónde le viene su pasión por la lectura?

De las novelas negras. Yo de pequeño devoraba los libros de Alfred Hitchcock y los tres investigadores de la editorial Molino y ahorraba dinero para comprarlos. Yo creo que ese espíritu también se plasma en la novela.