El grupo de arquitectos que no se muestra de acuerdo con la reforma a aplicar por parte de las administraciones públicas, propone que se conserve y mantenga el espíritu genuino de la barriada.
En este sentido, recuerdan que nace a principios de los 60 como un barrio residencial de vivienda social de promoción privada, con un alto porcentaje de inmigrantes dedicados en su mayor parte a la construcción. En aquella época existía en Elche un déficit de vivienda social y un alto grado de chabolismo.
Los arquitectos subrayan que según Vicente Gozálvez Pérez, en su libro La Ciudad de Elche, «el barrio de San Antón, no obstante sus características socioeconómicas, tiene extraordinarias ventajas para su paisaje urbano al encontrarse contiguo a buenos jardines y un grupo escolar, aprovechando ambos los palmerales existentes. La comparación con la calidad urbana de Carrús es, desde luego, inevitable».
Por ello defienden que el proyecto previsto para el barrio de San Antón, gestado hace aproximadamente diez años, «no es el adecuado para la situación actual, aparte de no mejorar en múltiples aspectos la ordenación existente».
En este sentido, insisten en que se debe pedir para el futuro del barrio «un mayor atrevimiento, innovación y sostenibilidad, conceptos no reñidos, aunque pueda parecer paradójico, con la conservación de los bloques de viviendas del barrio de San Antón».
