Tras el accidentado paso de Mägo de Oz anoche por la barraca municipal, hoy (23.30 horas) es el turno de Huecco, quien llega a Elche con nuevo disco para presentar: Lobbo. El cantante ha protagonizado un gran cambio físico y promete un concierto «cañero y divertido».

De usted destaca la variedad de registros que utiliza en su música, ¿qué ofrecerá hoy?

El público, cuando está en fiestas, no quiere baladas ni medios tiempos. Lo que busca es marcha y espectáculo, pasarlo bien, saltar y cantar. Nosotros vamos a poner una nota de color. Creo que nunca he tocado en las fiestas de Elche pero tengo una relación especial porque la firma Puma ha patrocinado anteriores giras mías y he ido mil veces a la ciudad a recoger calzado y ropa.

¿El público se acostumbra a sus cambios de estilo?

La verdad es que está acostumbrado a mis mezclas locas y espera cualquier cosa. Pa mi guerrera era una fusión de rumba y reguetón. Siempre he intentado adelantarme a mi tiempo en la medida de lo posible. También he fusionado el bolero con el ska y el heavy con el pop o el chachachá. Ese es mi sello, mi huella, y seguiré por ese camino.

¿Ha perdido valor la música grabada en formato disco?

Está claro que el disco ya no es una prioridad para nadie y que Spotify, YouTube y otros servicios de streaming están más fuertes que nunca. Las discográficas y los artistas estamos contentos con Spotify. Pero el dinero sigue estando en el directo. Para muchos es lo más difícil de defender. A pesar de todo, pongo todo el esmero en la edición de los discos. Quiero que sean redondos y con canciones que suenen bien.

¿Cuál es la repercusión de su música en el extranjero?

Con los trabajos anteriores he tenido mucha repercusión fuera. Dame vida tuvo un éxito enorme en Europa. Fue número uno en Alemania y también tocamos en países como Francia, Suiza y Portugal. Lobbo está sonando menos en Europa y más en Latinoamérica. Son rachas que uno tampoco puede controlar, las tendencias van cambiando.

Ha perdido quince kilos y ha musculado su cuerpo, ¿cuáles fueron los factores que le llevaron a buscar este cambio?

Todo esto viene porque cuando enlazas una gira con otra, lo único que haces es comer bocadillos y pizzas en los conciertos. Puedes estar con tres o cuatro kilos de más, no con quince. Se lo aconsejo a todo el mundo. Lo primero es adelgazar y luego ya puedes elegir si quieres estar fuerte de gimnasio o no. Ha sido por un tema de salud.

Con todo, a usted siempre le ha gustado el deporte...

Con sobrepeso también jugaba al fútbol. El problema es que me lesionaba a los quince minutos. Nunca he dejado de lado el deporte. Ahora lo practico más que nunca: pádel, tenis, patinaje, baloncesto, fútbol sala... Siempre salgo renovado de un partido, con ganas de comerme el mundo. Soy de los pocos que prefieren mezclar la música con el deporte y no con las drogas.

También colabora con muchas causas, ¿de dónde le viene esta vertiente tan solidaria?

Antes pensaba que ayudar era una opción personal de los cantantes. Ahora creo que es una obligación. Igual que llegan los buenos contratos, hay que colaborar en causas humanitarias.