A toda máquina para restablecer el tráfico en la plaza de la Constitución y en la calle Almórida a partir del lunes. Los operarios trabajaron ayer bajo la lluvia y lo seguirán haciendo durante todo el fin de semana para finalizar los nuevos trabajos de apuntalamiento del edificio de El Progreso. Los técnicos municipales estiman que, salvo imprevistos por las inclemencias meteorológicas, el domingo estarán acabadas las obras para sustituir las vigas que invaden la calle desde el pasado 12 de enero. Con ello, hoy también será posible circular por la Corredora, como medida provisional desde que el Consell ordenó la paralización del derribo y el apuntalamiento de urgencia.

El tripartito inició el pasado lunes el proceso para modificar el apuntalamiento de forma subsidiaria, con el objetivo de que tanto vehículos como el transporte público puedan circular por este punto neurálgico de la zona centro de la ciudad. Durante la jornada de ayer, los operarios ya retiraron los puntales que invadían la calzada y se podía contemplar el nuevo sistema de anclajes con hormigón que cubrirán toda la fachada. El equipo de gobierno ha actuado de forma subsidiaria, para después repercutir el gasto de 35.000 euros a la propiedad del inmueble centenario, que se ha negado a cambiar la posición por cuenta propia de las vigas, después de que el equipo de gobierno se lo reclamara. Esta actuación se produce también después de que el tripartito pidiera al Consell en una reunión que se hiciera cargo de los trabajos, ante la situación de bloqueo generada. Pero no hubo respuesta positiva.

El cierre al tráfico de esta céntrica arteria cumplió ayer tres semanas, lo que ha obligado al Ayuntamiento a buscar alternativas para el transporte público y para el tráfico rodado. Durante todo este tiempo, los comerciantes de la calle Almórida han mostrado su malestar por los inconvenientes generados para sus negocios. Han cifrado incluso en un 40% la caída de las ventas.