Una cita con el fuego marcada por la presencia policial. Las playas de Elche se llenaron ayer en la festividad de la noche de San Juan, con las hogueras y las tradiciones como protagonistas de una velada en la que no pasó desapercibido el refuerzo del dispositivo de seguridad organizado para este año.
En masa, familias y amigos acudieron a la costa ilicitana y santapolera, como marca la tradición, para encender las llamas, saltar por encima de las hogueras y hacer todo tipo de rituales, como quemar los apuntes, una lista de deseos, o bañarse a medianoche. Era sábado, el Elche CF volvía a Segunda División y las ganas de verano apretaban. El ambiente acompañaba y los ánimos de muchos estaban por las nubes.
Fue por ello por lo que el Ayuntamiento decidió redoblar la vigilancia, empezando por el número de efectivos de la Policía Local. Un total de 70 agentes, entre los que también se incluyeron Policía Nacional y Guardia Civil, participaron en el dispositivo de seguridad. A partir de las 18 horas de la tarde, la presencia policial comenzó a notarse con el cierre al tráfico del camino del Carabassí. El objetivo era dejar libre la vía para el paso de los vehículos de emergencia, algo que pilló de sorpresa a algunos conductores en aquel momento. Los agentes también se encargaron de requisar palés para evitar incendios y accidentes con las maderas y los clavos.
El consultorio médico de Arenales se convirtió en el centro de operaciones, para atender a los heridos de la noche. A las seis de la madrugada los servicios de limpieza comenzaron a tratar de poner a punto las playas, acompañados esta vez por los agentes de la Policía Local. Cuarenta trabajadores de Urbaser, tres tractores con máquinas limpiaplayas, tres camiones, una cisterna y una decena de furgones formaron parte del dispositivo de limpieza en toda la costa ilicitana.
En Santa Pola, la presencia policial también se dejó notar y hubo playas en las que estuvo prohibido encender las hogueras, por orden del Ayuntamiento. Tan solo se pudo hacer en zonas acotadas.
