Tomasa Sáez Escolar, una de las pocas personas con más de cien años que vivía en Elche, ha fallecido este pasado fin de semana. Tomasa, muy querida no solo por sus familiares y amigos, sino también por sus vecinos, personas anónimas y diversas autoridades que la conocían y admiraban por su longevidad, había llegado a cumplir el pasado 20 de mayo nada menos que 105 años.

Tomasa deja dos hijos, Amparo y José Manuel Muñoz, así como varios biznietos y tataranietos, entre otra familia, que estos días han llorado su pérdida.

Precisamente, esta mañana, a partir de las 9.30 horas se ha celebrado en el tanatorio de Elche una misa en su recuerdo, a la que han acudido numerosas personas.

En octubre de 2013 Tomasa recibía la visita de la entonces la concejal de Servicios Sociales María Dolores Serna visitó al haber cumplido ese año cien años. Tomasa recibió la visita acompañada por sus hijos, nietos y biznietos en su casa ubicada en el centro de la ciudad.

A finales de 2016 este diario daba a conocer que la población alicantina era cada vez más longeva. En sólo un lustro el número de mayores de 100 años había aumentado en 92 personas en la provincia, lo que supone un 31% más, según los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de 2015. Este repunte que se daba desde 2011 volvía a poner sobre la mesa una realidad, la del envejecimiento de la población, que llevará consigo un importante cambio en otros aspectos como el sanitario o el asistencial ya que cada vez habrá más personas con otras necesidades, según informa J. Hernández.

Entre los centenarios, ellas se llevaban la palma. Entonces había 285 alicantinas que habían llegado al siglo de vida, por 102 alicantinos. En total eran 387 personas las que componían este colectivo de edad, que irá creciendo conforme pasen los años a pasos agigantados, según las proyecciones de población que realiza el INE. Así, para 2021 la previsión es que ya haya 585 alicantinos que hayan cumplido cien años o más, mientras que para 2025 la cifra se elevará a 957. Para el año 2029, último dato de esta proyección oficial, los centenarios se dispararán a 1.393.

Otro dato sobre el envejecimiento de la provincia muy revelador fue el número de mayores de 65 años, que entonces era de 354.451 personas, lo que suponía ya el 20% del total de la población alicantina, que ascendía en ese momento a 1,8 millones. Se espera que para 2029 los mayores de 65 años ronden las 500.000 personas de una población total de 1,7 millones, es decir, más del 30%. El envejecimiento de la provincia viene acelerándose de manera progresiva desde finales de los años 90, al confluir la tendencia natural a que las personas sean más longevas con el hecho de que ésta sea una zona receptora de jubilados que se instalan en la provincia de Alicante para pasar su vejez. De hecho, en los últimos 17 años el número de personas de edad avanzada se ha duplicado y la tendencia sigue al alza.