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Noches de frío, hambre y solidaridad

Patrullas de DYA, Protección Civil y Policía Local recorren Elche durante la madrugada para ofrecer comida y abrigo a las personas sin recursos

Miembros de DYA preparan el dispositivo de comida y ropa de abrigo para el posterior reparto. MATÍAS SEGARRA

Las últimas madrugadas han sido muy duras en Elche. Las bajas temperaturas, con el termómetro rozando los cuatro bajo cero en algunos puntos del término municipal, están haciendo estragos, sobre todo entre las personas que se ven abocadas a dormir a la intemperie. Por este motivo, Emergencias activó la semana pasada el protocolo contra el frío, un plan que se ha tenido que prolongar, de momento, hasta la próxima semana por la nueva bajada de temperaturas.

Ante la situación que están padeciendo estos días las personas sin hogar, más de una decena de efectivos, entre integrantes de DYA, Protección Civil y Policía Local, se reparten en tres patrullas para asistir a los que menos tienen y ofrecerles comida y ropa de abrigo para combatir los efectos del frío. También se les ofrece a todos ellos la posibilidad de ser trasladados al albergue de Cáritas, propuesta que la mayoría rechaza, argumentando que su vida se encuentra en la calle. Las tres patrullas acuden principalmente a los cajeros y los asentamientos en los que pasan la noche las cerca de cuarenta personas sin hogar que actualmente viven en Elche.

En el caso de DYA, sus integrantes se reúnen sobre las 19.30 horas en la central de las ambulancias. Allí comienzan a preparar bocadillos y comida y bebidas calientes. También organizan el dispositivo de mantas y prendas de abrigo que forman parte de su reparto. Así lo han hecho las dos últimas noches y lo volverán a hacer hoy y mañana, a la espera de que el domingo suban las temperaturas. «Sobre las 21 horas iniciamos el recorrido y nuestro propósito es pasar por los cajeros entre las 22 y las 23, porque es cuando llegan las personas a dormir», explica el coordinador de DYA, Antonio Tarí.

Una vez iniciado el recorrido, reparten la ropa y la comida caliente junto a galletas y zumos. También atienden a las peticiones que les hacen las personas sin hogar, que pueden pasar por un par de calcetines o por un abridor que les permita abrir las latas que reciben en ocasiones. En los casos en los que la situación reviste gravedad por culpa del frío también se hacen traslados a los hospitales.

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