Una sonora Cridà. El entorno del estadio Matínez Valero de Elche acogió anoche, por segundo año, la mascletà vertical organizada por la Gestora de Festejos Populares que hizo vibrar a las 20.000 personas, según el Ayuntamiento, que no quisieron perderse el primer espectáculo de las celebraciones de agosto. Y no defraudó. Si la Cridà del año pasado ya encandiló al público con los700 kilos de material pirotécnico que se quemaron durante esa noche, este año la apuesta subió a los 900, lo que se tradujo en más potencia y en un mayor espectáculo visual, aprovechando que la noche permite luces colores y formas en los fuegos que se pierden en el tradicional concurso de mascletàs que se celebra durante las fiestas a primera hora de la tarde.

Las fiesta empezó alrededor de las 20.30 horas con una animación musical que se interrumpió cuando minutos antes de las 22 horas las reinas y damas de las fiesta realizaron la Cridà, la invitación a los ilicitanos y turistas para disfrutar de las fiestas de agosto, que comienzan oficialmente mañana con la lectora del pregón a cargo del capitán del Elche CF, Nino.

Una gran estructura de 18 metros de alto y 12 de ancho sirvió para distribuir los centenares de kilos de pólvora, el equivalente a cerca de cinco mascletàs convencionales, lo que da una idea de la potencia del espectáculo. Los artefactos se distribuyeron en dos grandes torres, además de otro terremoto terrestre. En los primeros minutos del espectáculo las explosiones fueron al compás de la música, antes de los terremotos que sorprendieron al público y hicieron que más de uno se llevara las manos a los oídos.

La cita sirvió también para llevar los actos a una zona de la ciudad donde tradicionalmente no hay programación, para lasatisfacción de los vecinos, que pidieron que se convierta ya en tradición, pese a ser tan solo el segundo año que se celebra. La fiesta continuó hasta la madrugada, pues la música volvió tras el espectáculo con un DJ.