A sólo unos días de la Navidad, Elche apuesta por fomentar la solidaridad y por dar una segunda oportunidad a los viejos juguetes para reducir el consumismo en unas fechas tan señaladas en las que las compras se disparan. Para ello, el barrio de Altabix acogió ayer la octava edición del mercadillo del trueque, una cita remarcada para muchos progenitores que emplean este evento para que los pequeños de la familia puedan comunicarse con otros niños e intercambiar juguetes.

La plaza de Castilla es el enclave que se utiliza habitualmente para este encuentro anual, teniendo en cuenta que la iniciativa surgió en 2011 por un grupo de familias del barrio de Altabix que entendían que igual que la ropa, los juguetes son elementos materiales que van pasando de moda o que dejan de cubrir las necesidades de los pequeños conforme van creciendo, por lo que entendían que no era lógico que todos los años siguiera engrosándose el catálogo de juguetes dentro de casa, y que sería positivo, por tanto, optar por la segunda mano y de forma directa a través del trueque.

Por otro lado, con la actividad, que es la única que hoy se practica por barrios en la ciudad, servía para dinamizar la plaza y la zona de Altabix en general, ya que se ha atraído a vecinos de otros barrios y de municipios cercanos. En total se instalaron cincuenta puestos y eran los propios niños los que gestionaban su espacio, con mantas en el suelo donde había todo tipo de artículos, desde peluches hasta videojuegos o libros.

«Siempre dejamos que los niños negocien porque hay muchos que le tienen un valor sentimental al juguete y no económico por la marca», explicaba Inma LaraVázquez, presidenta de la asociación Mercadillo del Trueque de Altabix, entidad organizadora del acto en colaboración con la asociación de comerciantes Acuna. En medio de esta jornada lúdica, que fue acompañada de cuenta cuentos y actuaciones musicales, los niños aprendieron a dialogar y a saber desprenderse de sus pertenencias para encontrar la ilusión en otras, sin recurrir al dinero y sin la protección de los progenitores. Por otro lado, la jornada fue solidaria ya que se instaló un autobús de donación de sangre. La Cofradía del Lavatorio recogió también juguetes al igual que los comercios de la zona, que se involucraron en la causa realizando promociones para recaudar productos no perecederos, de limpieza o de higiene personal para entregar a la Fundación Salud Infantil, a la Casita de Reposo y a la asociación Safami. En total se llenó una furgoneta y varios coches de donaciones, aunque desde la organización reseñan que ha bajado la cantidad de donaciones y lo achacan a que haya más empresas concienciadas en donar en navidades y que por ello el reparto haya sido más equitativo.

Apoyo

El mercadillo del trueque se ha retomado este año después de que en 2018 no saliese adelante por falta de tiempo para prepararlo.Desde la asociación explican que la iniciativa se sustenta con el apoyo del tejido comercial y de patrocinadores privados, aunque agradecerían que el Ayuntamiento también se involucrase para engrandecer la actividad y que, por tanto, pudiese hacerse extensible a otros otros barrios de la ciudad o incluso a las pedanías.