La conmemoración de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible ha servido para que en Elche se abra una reflexión sobre el transporte, el parque móvil de la ciudad y otros problemas que se vienen arrastrando, algunos desde hace tiempo, como la falta de plazas de aparcamiento gratuitas en el centro de la ciudad, y otros de nuevo cuño, como es el caso de la ausencia de puntos de carga, que frena la venta de vehículos eléctricos que no provocan emisiones.

Lo que es evidente es que existe una gran diferencia entre los planes de movilidad sostenible y apuesta por el transporte urbano que forman parte de la hoja de ruta que se ha fijado el equipo de gobierno para definir el modelo de ciudad que busca y la fría realidad que exhiben los datos que muestra el padrón municipal de vehículos. Si el año pasado ya se batieron los récords de la última década en cuanto al número de motocicletas y coches que tienen los ilicitanos, este año se ha mantenido la tendencia al alza con un aumento de 3.000 vehículos, hasta alcanzar un total de 154.725 unidades.

El parque móvil de Elche sigue batiendo récords y los ilicitanos tienen la cifra más alta de vehículos de la última década, lo que también refleja que la ciudad se recuperó de la crisis económica y subió el poder adquisitivo. Ahora tocará esperar al informe del próximo año para ver la incidencia que tendrá en este 2020 la nueva crisis desatada por el coronavirus. Un dato esclarecedor es que en Elche hay más de 65 vehículos por cada 100 habitantes, lo que sitúa a la ciudad bastante por encima de la media nacional, que se encuentra en 50.

Los últimos datos que ha facilitado el Ayuntamiento reflejan que en el territorio ilicitano hay 119.023 turismos, 2.468 más que hace un año, 7.556 camiones, 105 más que en 2019, 16.509 motocicletas, 549 más que el pasado año, y 2.994 tractores, 33 más que en 2019. La suma de estos vehículos y el resto permite superar los 153.000 que había en la ciudad en 2009, último año de bonanza antes de que estallara la burbuja económica que hizo que las cifras fueran cayendo ejercicio tras ejercicio por la crisis.

El aumento del parque móvil va en dirección contraria a la que rema el Ayuntamiento y su Concejalía de Movilidad Sostenible, desde donde se apuesta por una ciudad en la que se fomente el transporte público, las calles peatonales en el centro, los carriles bici o los espacios verdes. Esta apuesta también se refleja en las diferentes obras que se están ejecutando en estos momentos en la ciudad, que van desde la peatonalización de la Corredora, la Plaça de Baix y los principales ejes de la zona centro hasta la del nuevo intercambiador de autobuses en el Hospital General, pasando por la intervención en la Ronda Norte.

En paralelo a este contraste entre el aumento del parque móvil y los planes municipales de movilidad hay problemas que se mantienen en el tiempo, entre ellos el de la capacidad de aparcamiento que tiene el centro de la ciudad. En la comparecencia en la que abrió el curso al frente del equipo de gobierno, el alcalde, Carlos González, expuso entre sus prioridades para el nuevo año político la construcción de un gran aparcamiento en Candalix. Otra de las grandes carencias que presenta la ciudad es la de la falta de estaciones de carga para vehículos eléctricos, cuyo fomento ayudaría a reducir notablemente las emisiones.