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Una aplicación regulará el acceso de 27.000 coches a la zona centro de Elche

Movilidad Urbana autorizará un máximo de tres matrículas por cada una de las 9.000 viviendas que se incluirán en el área restringida - Las cámaras lectoras llegarán en seis meses

El puente de Canalejas, que quedará como de acceso restringido. Antonio Amorós

La Concejalía de Movilidad Urbana de Elche tiene previsto autorizar a un máximo de 27.000 vehículos el acceso restringido a la zona centro de Elche, ya bien sea a través del Pont de Canalejas o del de Santa Teresa, medida que estará en vigor en un plazo aproximado de seis meses. Los propietarios de las 9.000 viviendas cuyo acceso rodado se verá afectado (lo que incluye a parte del barrio del Raval) tendrán la posibilidad de incluir un máximo de tres matrículas, que serán reconocidas por las cámaras lectoras, mientras que el resto de vehículos que atraviesen la zona -que estará perfectamente señalizada-, si no se dirigen en un tiempo prudencial a un aparcamiento público serán sancionados, para lo cual será preciso disponer de información de los vehículos que entran en ellos en tiempo real. La notificación de la sanción en caso de no utilizarlos tras haber cruzado algunos de esos dos puentes por este motivo les llegará directamente a sus casas o bien se anulará si existe una justificación. Buena parte de la información de los vehículos no sancionables ya obra en poder del Ayuntamiento de Elche por lo que no será necesario aportarla. Los vehículos de personas con movilidad reducida tendrán un tratamiento especial para que puedan cruzar ambos puentes. El Ayuntamiento ya los tiene, de hecho, registrados.

El área que dirige Esther Díez (Compromís) está dando los últimos retoques a un sistema informático que funcionará a través de una aplicación móvil y que los propios usuarios se autogestionarán para dar bajas y altas de matrícula. La cifra máxima de tres vehículos por vivienda (pues será el propietario el titular del derecho y se le identificará por el recibo del IBI) podrá modificarse al alza siempre y cuando se justifique los motivos. Igualmente, los comerciantes tendrán la posibilidad de facilitar un mayor número de matrículas para atender la llegada de mercancía. «No pasa nada si son más», fue clara la concejala sobre este asunto; ahora bien, la entrega de material no se hará «puerta a puerta» sino en alguno de los estacionamientos de carga y descarga que se están habilitando y en un horario preestablecido, no como ahora que en cualquier momento se está realizando. En estos momentos se barajan once zonas, aunque no es un asunto que está cerrado. Los hoteles o los centros educativos -caso de una guardería en El Raval- serán tenidos en cuenta para que los padres puedan acceder sin ningún problema con sus vehículos. Y en las mismas circunstancias se encontrará el centro de atención temprana, de la Fundación Salud Infantil, pese a situarse fuera de la zona restringida. Los vecinos de la primera manzana de la avenida de la Comunitat Valenciana (antes «País Valencià»), hasta calle Lepanto, también tendrán acceso por el centro de la ciudad porque es su única salida natural, como los del primera manzana de Reina Victoria (hasta la calle Camilo Flamarión), pues se encuentran en la misma situación.

Pivotes

En otro orden de cosas, la Concejalía de Movilidad Urbana ha descartado que los pivotes de hierro fundido que impiden el acceso de vehículos a la Corredora, cuyos trabajos de peatonalización concluyen este mes, sean hidráulicos y se puedan accionar de forma automática. El principal motivo es evitar que una avería deje bloqueada la entrada y salida a la zona por lo que se podrán retirar con una llave; de hecho, los propietarios de vados ya disponen de ella, caso de la calle Bisbe Tormo.

Según explicó la concejala de Movilidad, en relación a la aplicación que tiene que gestionar los accesos al centro, «estamos en el proceso de resolver técnicamente los flecos que quedan. Preferimos esperar un poco más y que todo el mundo que tenga que estar autorizado lo esté. Los técnicos nos han pasado los datos y se están metiendo en el sistema». Esther Díez explicó que «las matriculas registradas entran por sistema, pero cada propietario tendrá un máximo de tres, aunque no tenga un aparcamiento en propiedad. Todas las matriculas de la zona restringida se pondrán por defecto».

Casuística

La edil aseguró que se esta previendo toda la casuística del día a día, «variables como un fontanero que viene a hacer una reparación y durante un tiempo prudencial se dejará que acceda su vehículo». Díez aseguró que han consultado con otros ayuntamientos que ya tienen zonas de acceso restringido para vecinos descubriendo que hay municipios donde apenas funciona; en cambio, en otros, sí. Y puso el ejemplo de Granada, que será el que siga el Ayuntamiento ilicitano. «Se arrancará cuando estén todos los flecos resueltos», dijo con seguridad porque será «un sistema de autogestión por los ciudadanos que podrán jugar con el cupo que le daremos».

TODA LA INFORMACIÓN LLEGARÁ POR CARTA; LA CORREDORA, CALLE «INVIOLABLE»


El Ayuntamiento de Elche tiene previsto enviar una carta en las próximas semanas a los 9.000 propietarios que tendrán autorizado el acceso a la zona restringida para explicarse cómo se realizará todo el proceso y el hecho de que pueden facilitar hasta tres matrículas. Esther Díez aseguró que aún queda mucho por hacer y deben estar tranquilos los afectados porque no será una medida que se ponga de un día para otro. «Hemos oído que hay un rumor según el cuál esto va a funcionar cuando termine la peatonalización de la Corredora y nada más lejos de la realidad», explicó. Esta comunicación servirá al mismo tiempo para verificar las matrículas de ese propietario que figura en la base de datos e informarle de por dónde deberá entrar. «El objetivo es resolver todas las dudas», explicó la responsable del área de Movilidad Urbana. Ahora bien, la Corredora será una calle «inviolable»; es decir, no existirá una causa para permitir el estacionamiento de un vehículo más allá de las derivadas de una emergencia sanitaria o policial. Según Esther Díez, durante los años que ha permanecido cerrada la calle los fines de semana solo han tenido una petición para acceder y la Policía Local desestimó el motivo. «Nadie se podrá parar en la calle Corredora. Esto no va a poder pasar», dijo la concejala. El acceso a estos 27.000 vehículos en la zona restringida es «solo para buscar un lugar donde estacionar».

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