Elche tiene una buena parte de sus edificios históricos que presentan daños estéticos, como grietas y desconchados de la piedra que afean su imagen. El Ayuntamiento es consciente de ello y asegura que renovar todo el material deteriorado supondría un coste inasumible. Por eso, ha iniciado unas pruebas para restaurar los inmuebles más afectados con un sistema artesanal, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

El consistorio, en la entrada al salón de plenos y en el frontal de la Plaça de Baix, la Casa de la Festa, la Calahorra, el antiguo convento de La Merced, la Basílica de Santa María y el Palacio de Altamira son algunos de los ejemplos donde pueden apreciarse los desperfectos. La mayoría se dan en los relieves o esquinas de las paredes y en algunos casos se han desprendido fragmentos.

La edil de Urbanismo, Ana Arabid, apuntó a un problema generalizado en los inmuebles patrimoniales por la «mala calidad de la piedra caliza de la zona del Mediterráneo». El material arenisco no ha conseguido aguantar el paso del tiempo y esa erosión no es fácil de solucionar. Ante este problema que es sobre todo estético, puesto que el equipo de gobierno descarta ningún daño estructural en los edificios, el departamento de Patrimonio ha iniciado ensayos con un sistema artesanal.

Desperfectos en la fachada de la Casa de la Festa, sede del Misteri d’Elx. | ANTONIO AMORÓS

En las últimas semanas han comenzado las pruebas en el interior del convento de las Clarisas con cal de Morón. Técnicos municipales y llegados de la localidad andaluza están investigando la fórmula para estabilizar la piedra que incluso tendrá que pasar por los laboratorios.

Se trata de un minucioso método para consolidar el material, que incluirá una limpieza en profundidad para que expulse los salitres. Con este sistema habrá que esperar unos meses, según explicó la edil de Urbanismo, para ver si con el tiempo aguanta el mortero de cal y no se desprende. En caso de que funcione, el equipo de Gobierno local asegura estar dispuesto a comenzar a restaurar los inmuebles deteriorados estableciendo un calendario por fases que llevará un tiempo, por lo que no se prevé que las obras comiencen de manera inminente.

El Palacio de Altamira es uno de los edificios que más atención precisa. Desde el pasado año, el área de Patrimonio está buscando soluciones para restaurar la fachada tras caerse parte del enlucido. De hecho, hace unos meses, el ejecutivo local pidió al Consell una subvención para poder sufragar la obra y remitió el proyecto de restauración del frontispicio y los muros tapiales del Palacio de Altamira, cuyo coste ascendería a 118.580 euros. Desde Urbanismo se asegura que la actuación «se llevará a cabo sí o sí al margen de si el Ayuntamiento recibe o no la ayuda».

Piedras arqueológicas

Lo que sí ha comenzado es la restauración de las diferentes piezas arqueológicas integradas en la fachada del Ayuntamiento, así como de una placa funeraria en la calle Corredora, en la que fuera la casa de Aureliano Ibarra. Son piezas entre las que destacan las inscripciones dedicadas a Tito Statilio Tauro, que son consideradas clave para comprender la evolución histórica y monumental de la antigua ciudad romana.

Presupuestan30.000 euros para el Molí del Real

La estabilización de la ladera del río bajo el Molí del Real es otro de los asuntos que va a atender el área de Patrimonio en 2021. El Ayuntamiento ha presupuestado 30.000 euros para redactar el proyecto de la obra. Los trabajos, en principio, no se prevén para el próximo año. El pasado año una grieta en la ladera, agravada por los temporales, llevó al Ayuntamiento a desalojar el molino y a establecer un perímetro de seguridad por si hubiera desprendimientos.