Cientos de bares, restaurantes y cafeterías echarán a partir de hoy la persiana después de que el Consell haya decretado el cierre de la hostelería para evitar nuevos focos de contagio de covid-19 en esta nueva ola. Sin embargo, algunos buscan la fórmula de poder abrir aunque no le salgan las cuentas. Podría ser el caso de Natalia Berraquera, una pastelera de Gran Alacant que a partir de hoy servirá para llevar cafés y dulces a través de su mostrador, todo lo que sea necesario antes que volver a la parálisis que ya sufrió en marzo de 2020 cuando se decretó el estado de alarma.

Esta empresaria narra a INFORMACIÓN entre lágrimas que la panadería y cafetería que regenta es su vida «y no puedo permitirme ni irme de vacaciones ni cerrar el negocio porque tengo que seguir pagando», apunta.

Las fuerzas no las ha perdido a pesar de este varapalo para el sector ya que apunta que su clientela la está motivando a seguir adelante, e incluso se lo ha demostrado estos días. Recientemente, uno de sus clientes habituales expuso en las redes sociales su situación y cientos de personas se hicieron eco.

De todas formas, sigue calificando de injustas las nuevas restricciones porque entiende que ella está cumpliendo todas las medidas sanitarias y que no debería meterse en el mismo saco a todos los establecimientos, los que cumplen y los que no, «y comprendo las pérdidas familiares por el covid-19 y hay que ser solidarios pero tampoco se puede ahogar a nadie», reprocha.

La vía de la comida para llevar sigue sin ser del todo viable para ella porque entiende que a partir de ahora bajará la afluencia de clientes, que acudían a su establecimiento para pasar un rato distendido sentados en la mesa. El servicio a domicilio es una opción que ni se plantea porque sabe que no puede costearse este tipo de servicios.

A pesar de los problemas, esta empresaria pone de relieve el caso de otros muchos compañeros de gremio que están barajando todas las opciones para seguir trabajando «y hacer frente a ciertos gastos fijos como los seguros sociales de dos de los trabajadores que siguen en ERTE, ya que el volumen de negocio que tenía ha caído a un 20% en comparación a otros años, asegura. Hay que tener en cuenta que emprendió el negocio (Café Navia) hace doce años en un centro comercial que sobre todo registra altas cotas de afluencia en verano y ahora resiste gracias a residentes cercanos y a quiénes se toman un refrigerio después de comprar en las cadenas de alimentación que tiene el complejo.

Otros establecimientos aprovechan la temporada baja para coger vacaciones o limitar el horario y es de los pocos locales que prestan servicio a la zona, por lo que los residentes lamentan la determinación del Consell.

En la provincia otros muchos locales directamente tendrán que cerrar temporalmente porque su modelo de trabajo no les permite preparar comida para llevar o enviar a casa.

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El Ayuntamiento de Alicante agilizará al máximo la ampliación de la actividad de los locales de hostelería que quieran mantener el negocio abierto sirviendo comida para llevar. La Concejalía de Urbanismo aseguró este miércoles que tramitará por la vía de urgencia la solicitud de actividad complementaria de elaboración y venta de comida para llevar o entrega a domicilio. Se trata de la ampliación de la actividad existente en locales que disponen de licencia de restaurante, bar o cafeterías en las que se acredite que se les ha autorizado cocina. No será necesario presentar un proyecto técnico, «ya que no ha de cambiar nada en el establecimiento, tan solo se debe aportar las autorizaciones que, en su caso, resulten necesarias en virtud de la nueva actividad por lo que pasarán directamente a presentar el modelo de solicitud que se encuentra en la web municipal dentro del Catálogo de Servicios en Urbanismo».