Los ilicitanos podrán convertir su poda en abono orgánico y tendrán recogida de restos vegetales puerta a puerta. Son algunas de las facilidades que traerá la nueva contrata de limpieza y recogida de basuras de la próxima década. El nuevo servicio entrará en vigor el 1 de mayo, aunque se implantará por fases, por lo que está previsto que entre finales de año y principios de 2022 empiecen a funcionar estas novedades.

Las pedanías van a tener con el nuevo servicio doce puntos de compostaje comunitario, que se distribuirán en la medida en la que el Ayuntamiento vaya recabando necesidades con las comunidades de vecinos. La Concejalía de Limpieza tiene previsto empezar con las partidas rurales con más población. Estos lugares servirán para que los vecinos puedan llevar su poda y allí se transformará en compost que luego recibirán, según ha explicado el edil de Limpieza, Héctor Díez.

Se trata de una reivindicación de colectivos ecologistas y vecinales que será realidad a corto plazo. La existencia de numerosas urbanizaciones y diseminados con abundantes zonas verdes (privadas normalmente) genera restos de poda que es necesario recoger. En el pliego técnico que elaboró el Ayuntamiento se prevé esta contingencia a través de la denominada brigada rural, sin embargo, los licitadores han tenido que presentar en sus ofertas una propuesta detallada de su propia solución para la recogida, transporte a gestor autorizado y/o tratamiento de los vertidos ilegales de poda en pedanías dirigida a disminuir su incidencia tanto en los contenedores (por la colmatación que en ellos producen su inapropiada utilización) como en el impacto visual que actualmente genera su abandono al lado de los depósitos.

Por otra parte, las pedanías con núcleo urbano tendrán puntos limpios de proximidad y consistirán en compartimentos para llevar distintas facciones de enseres, como informática, ropa, aceite, etc. También habrá servicios de puerta a puerta de recogida de poda con una trituradora portátil, para dar facilidades a los vecinos que no se puedan desplazar al punto limpio fijo o que no tengan la opción de ir al lugar de compostaje comunitario. A estos cambios se suma la renovación de todos los contenedores del Camp d'Elx, muchos de ellos deteriorados y sin tapaderas.

"El nuevo contrato permitirá dar muchos más servicios a los vecinos para poder gestionar el escombro, la poda o los enseres, pero seguirá siendo importante la presión policial con sanciones para acabar con las infracciones de aquellos que no quieran colaborar", señaló Héctor Díez, en referencia a los responsables de los vertidos ilegales que siguen cometiendo irresponsabilidades en el término municipal, donde en el último año la Policía Local ha puesto 173 multas, lo que equivale a una cada dos días prácticamente.

El último ejemplo, publicado por este diario, es el de un basurero escondido en una pinada próxima al Clot de Galvany, ha causado indignación. "Habrá más servicios, tendremos que seguir haciendo más pedagogía, pero tendremos que seguir sancionando porque es la única forma que tienen algunos de aprender", afirmó el edil