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Cánticos que curan heridas

Unas 700 personas cierran los ensayos antes del último pase hoy de La Vespra y La Festa

Asunción de María a los cielos desde el Araceli, ayer.

A veces un simple gesto puede cambiar el ánimo de una persona. Y si a un fiel devoto del Misteri le devuelven algo que forma parte de su ser pues también recupera parte de esa sonrisa que durante un año complicado se le difuminó. Estas representaciones extraordinarias están sirviendo para ciertos asistentes como un bálsamo contra la tristeza, una especie de liberación o terapia contra las desgracias propias y ajenas.

Momento en el que los apóstoles se congregan, ayer, junto al cuerpo de María. | MATÍAS SEGARRA

Incluso el párroco de Santa María abre las escenificaciones pidiendo un minuto de silencio por las víctimas que ha dejado la pandemia y también para mostrar apoyo a todos los damnificados del volcán de La Palma, que sigue arrasando por donde va.

Acreditado queda, pues, que el drama asuncionista puede ir más allá de un acto litúrgico, ya que para el público puede resultar algo espiritual y además tiene la cualidad de mantener enganchado a cualquiera durante más de tres horas.

El tercer ensayo general de ayer tuvo un arranque más normativo, sin imprevistos como los del sábado cuando la lluvia empañó el recorrido del Cortejo desde la Casa de La Festa a la basílica, que tuvo que ir resguardado con plásticos. Tampoco sonó la banda de música a diferencia de este domingo, y el aumento de las temperaturas propició que el público usase el abanico del Misteri.

Eran las 18 horas en punto cuando las campanas de Santa María repicaban para este nuevo pase al que asistieron unas 700 personas, unas 70 más que en la pasada edición, lo que podría deberse a que la representación era más temprano, ya que en los pases nocturnos la coronación llegaba pasada la una de la madrugada.

El cortejo inicial antes de entrar a Santa María se celebró con normalidad, a diferencia del sábado. | MATÍAS SEGARRA

En esta ocasión la excitación volvía a estar aunque era más perceptible, quizás, entre el público que entre la propia familia del drama asuncionista que entraba en escena. El Cortejo estaba muy concentrado y más ante el debut de Isidro Gomis como María Mayor, que desde el principio mostró vigor, como cuando hizo el paseíllo con las otras dos Marías por el andador rememorando el periplo por l’Hort de Getsemaní y el Monte Calvario.

La bajada del Ángel fue uno de los momentos cumbres en los que muchos sacaron el móvil para inmortalizar el momento. Sin embargo, no resultó habitual ver al público enganchado al teléfono, y sólo una pequeña parte seguía la representación por la aplicación del Misteri.

Este hecho puede ser síntoma de que la mayoría conoce la estructura y los textos del Consueta, o bien es la primera vez que acuden y quieren disfrutar por entero sin agentes externos. La tercera posibilidad es que directamente no tengan idea que existe esta opción digital de guiado.

Otro de los momentos más emotivos vino no sólo con la coronación si no antes, con la subida del Araceli, donde Enrique Vilella y Héctor Gómez debutaron como ángeles.

A este tercer encuentro estaban invitados Gloria Calero, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana; la consellera de Innovación y Universidades, Carolina Pascual; la rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro; Pilar de la Oliva como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana; Mª José Boix como decana de los jueces de Elche; César Calva, decano de València o la presidenta de À Punt, Mar Iglesias. También los comisarios de la Policía Nacional y Local en Elche, Pedro Montore y César Zaragoza, respectivamente, así como la coreógrafa Asun Noales.

Hoy, Día de Todos los Santos, será el pase general de La Vespra y La Festa, donde sólo podrán acudir quiénes recibieron entrada en el sorteo.

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