El 70% de las parejas reproductoras de cerceta pardilla se concentrarán en El Hondo. Este es uno de los grandes objetivos que persigue el «Proyecto Life» de recuperación, una iniciativa que ha sido presentada este lunes 28 en el parque natural ilicitano por parte de la consellera de Transición Ecológica, Mireia Mollà, y la directora de la Fundación Biodiversidad, Elena Pita. Con este proyecto, que abarca los cinco años comprendidos entre 2021 y 2025, se persigue restaurar 3.000 hectáreas de humadales y alcanzar las 125 parejas reproductoras del pato más amenazado de Europa.
Esta iniciativa se suma al plan de recuperación impulsado por la Generalitat Valenciana, con el que se consiguió pasar de las tres parejas de cerceta que había censadas en 2013 a las 40 de 2021, que eran más de la mitad que había en España. El objetivo final es más ambicioso, ya que se aspira a concentrar en el paraje ilicitano a siete de cada diez parejas del conjunto del país. Mollà ha destacado durante el acto que para la Conselleria que dirige resulta fundamental participar en este plan de recuperación y contribuir, de esta manera, a que la especie pueda salir del estado crítico en el que se encuentra actualmente, a la vez que se conserva la biodiversidad.
Previamente a la presentación de este lunes del «Proyecto Life», se han liberado sesenta ejemplares de cerceta en El Hondo. Uno de los patos lleva un marcaje a través de satélite, lo que permitirá conocer más detalles sobre el recorrido que realizan y su comportamiento. «Buscamos la combinación de todos los factores y todos los actores que participan en entornos que durante años no han sido gestionado de manera coordinada para tener unos espacios bien conservados y en los que las especies puedan tener futuro», ha señalado la consellera ilicitana.
Herramientas
En la misma línea, ha añadido: «Esta es nuestra participación, poner las herramientas, poder tener los espacios, colaborar para que haya una mejor coordinación y diálogo y que los intereses puedan confluir con el mismo objetivo». La iniciativa para el periodo entre 2021 y 2025 cuenta con una inversión total de 6,4 millones de euros, con los que se recuperarán las hectáreas de humedales, un hábitat fundamental para la presencia de la especie, y se alcanzarán las 125 parejas reproductoras, lo que supondrá un notable aumento, teniendo en cuenta que en estos momentos hay 74 censadas.
El proyecto está coordinado por la Fundación Biodiversidad, que pertenece al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y en él participan el propio Ministerio, a través de la Dirección General del Agua, la Confederación Hidrográfica del Segura, la Generalitat Valenciana, la Junta de Andalucía, el Gobierno de la Región de Murcia y las organizaciones SEO/BirdLife y ANSE. El 70% de la financiación procede de la Unión Europea y prevé un presupuesto de más de 2,8 millones en la Comunidad Valenciana, con los que se desarrollará una batería de actuaciones, entre las que sobresale la compra y el plan de manejo de las fincas de La Raja y Finca del Espigar, ambas en El Hondo.
Recuperación
El parque natural ilicitano es muy representativo para la recuperación de la especie, ya que alberga buena parte de las parejas reproductoras que están censadas en el conjunto del territorio valenciano. Estas parejas son la mitad de las que hay registradas en toda España, lo que demuestra la eficacia del plan de restauración que ha impulsado la Generalitat Valenciana. El programa de cría en cautividad del gobierno valenciano, llevado a cabo en el Centro de Recuperación de Fauna del Saler y Santa Faz, ha permitido liberar 737 ejemplares en distintos punto de la península, entre el pasado año 2020 y la actualidad.
Por su parte, Pita ha detallado los principios fundamentales del proyecto, que están basados en la conservación, investigación, cogobernaza, sensibilización y acción prioritaria sobre los humedales, que acogen al 83% de las parejas. Con el objetivo de facilitar la adaptación al nuevo hábitat, se lleva a cabo lo que se conoce como «liberación blanda», que consiste en colocar jaulones de presuelta en lugares estratégicos de los humedales, donde los ejemplares permanecen durante una semana previa a la suelta.
