Si hay un símbolo que determine el arranque procesional de la Semana Santa en Elche es la imagen de Jesús Triunfante partiendo del Paseo de la Estación acompañado de miles de palmas blancas que reproducen su entrada a Jerusalén.
Si el tiempo se comporta, mañana, Domingo de Ramos, se volverá a recuperar la mítica estampa tras dos años de parón por la pandemia de coronavirus. Hace semanas ya comenzaron los preparativos para esta semana de liturgia y hasta el último momento se están cuidando los detalles para que el «Pas de la Burreta» salga reluciente. Y lo hará con cerca de un millar de flores confeccionadas con palma blanca por miembros de la escuela taller municipal.
Aún y así, la puesta a punto tiene su ciclo, minuciosamente medido. Jerónimo Tripiana lleva más de dos décadas encargándose de incorporar en el trono la marea de palmas, así como la palma lisa que agarra la imagen de Jesús Triunfante. Este florista, cuyo negocio lleva su apellido, hace arreglos florales para varios pasos pero siente especial vinculación con el de la Burreta porque ya su abuela también se dedicaba a engalanarlo.
Siente que, además de un trabajo, se ha convertido en una tradición familiar, narra a INFORMACIÓN desde la basílica de Santa María, donde aguardan este y otros seis pasos más, en plena preparación a sólo unas horas de la procesión.
Explica, al hilo, que con el paso de las décadas se ha ido perfeccionando La Burreta. «Antiguamente se colocaban también ramas de olivo verde pero ahora se consigue que haya un manto de flor amarilla». Quiénes tienen un gran apego a Jesús Triunfante sienten que este paso está más amparado desde que la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades organiza la procesión, ya que la imagen no está asociada a ninguna cofradía, y desde que todas las palmas que lleva el trono se realizan desde el taller municipal, ya que antes era más complejo garantizar las palmas que ofrecían diferentes artesanos.
Tomás Milla, encargado de la procesión, explica que el trono que utiliza la imagen es cedido por la cofradía del Gallo a pesar de que la Junta Mayor tiene uno donado, pero resulta más incómodo.
La imagen fue tallada en 1945, cuando el empresario Vicente Serrano Navarro fundó una cofradía y el paso lo sacaban sus operarios. En años posteriores fue cedido a Roberto Casanova y terminó haciéndose cargo la Junta Mayor, que dispone de una cuadrilla propia de costaleros.
