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Hermanos unidos por la Medicina

Dos médicos de Atención Primaria de Torrellano anuncian su jubilación este año tras casi cuarenta años trabajando juntos en la pedanía

José Ramón y Pedro Gené García en el consultorio de Torrellano donde han trabajado casi cuatro décadas. ANTONIO AMOROS

Son las 16.30 horas de una tórrida tarde de mayo y de un momento a otro aparece a lo lejos, y sin bata blanca, don José Ramón y don Pedro, hermanos y doctores que han sido pieza clave del relato de la atención sanitaria en una pedanía de la provincia, como es Torrellano, en Elche, que se expandió urbanísticamente como la pólvora.

Ambos anuncian este año su jubilación tras casi cuarenta años trabajando en el mismo consultorio, un hecho que ha marcado a los pacientes de la pedanía, que en todo este tiempo han crecido como lo hicieron ellos.

Este diario utiliza el vocativo de cortesía para referirse a ambos profesionales (José Ramón y Pedro Gené García) para ejemplificar el tratamiento que hoy un grueso de quiénes han sido sus pacientes sigue empleando para referirse a la figura del médico de familia.

«El que viene a consulta viene a contarte sus desgracias y padecimientos más íntimos. Si lo recibes arropándolo, no como un sacerdote que va a perdonar los pecados, si no simplemente que lo vas a comprender, pues el paciente te respeta, y eso pasará toda la vida», responde uno de los hermanos.

José Ramón Gené ya ha colgado la bata e incluso vecinos de la pedanía están preparándole una comida para homenajearle y, sobre todo, agradecerle la atención prestada todo este tiempo. Pedro, sin embargo, está en el «último vagón del tren» porque apenas le quedan unos meses para decir adiós al que ha sido su lugar de trabajo tanto tiempo.

Ambos, con 65 y casi 67 años, respectivamente, admiten que podrían haber estirado hasta los setenta pero entendieron que el momento de retirarse era ahora. Aunque la Medicina les ha dado prácticamente todo, también les ha podido llegar a quitar momentos con familia y amigos que quieren compensar para disfrutarlos a tiempo completo, así como sumergirse en aficiones como el deporte y la música.

Los doctores, afincados en Alicante desde hace décadas, son naturales de un pueblo de algo más de 12.000 habitantes de Lérida, en Cataluña, aunque también tienen sangre cordobesa por la parte materna. El único referente médico en la familia era su tío abuelo, uno de los pocos doctores de aquel municipio.

«Entonces sólo había dentista, médicos, farmacéuticos y un abogado, no había más. Mi madre quería que estudiáramos, y no que tuviéramos negocios porque mi abuelo tuvo uno y le fue mal», narran ambos hermanos» mientras se miran recordando con cierta melancolía aquella salida de la adolescencia.

José Ramón Gené, el mayor, relata que primero se trasladó a estudiar Química a Barcelona pero el deseo por la Medicina hizo que finalmente acabase con una beca siendo parte de la primera promoción de la Facultad de Alicante. Expone que su primera plaza la consiguió en Albatera, en la Vega Baja y se trasladó a Torrellano en 1983 al casarse con su mujer, enfermera alicantina. Después le siguió su hermano.

Sobre la parada en la pedanía, «pensaba que iba a ser algo de paso, pero el paso fue lento y se entorpeció. Entre otras cosas porque en esa época ganó las elecciones Felipe González y durante casi 14 años no hubo oposiciones». Pedro, su hermano, acabó apenas tres años después en la misma pedanía después de su periplo por centros de salud de Villena, La Vila y San Vicente del Raspeig.

Entienden que el estar juntos ha sido un apoyo fuerte «porque sabíamos que si no estaba uno estaba el otro para salvar el tema, algo que para un médico es trascendental por el paciente».

En todo este tiempo han experimentado la evolución de la atención sanitaria y los continuos cambios de los ritmos del trabajo. Antes de que se construyese el centro de salud de El Altet los sanitarios atendían a pacientes de ambas pedanías y de partidas próximas como Balsares, teniendo incluso días en los que asistían a domicilio de ocho a nueve pacientes, cuando esa realidad es diametralmente diferente en la actualidad, apuntan los doctores.

En los primeros años incluso tuvieron la pediatría acumulada, es decir, que veían en la misma consulta a adultos y niños hasta que en 1992 Torrellano contó con la figura de pediatra.

Hay que tener en cuenta que esta pedanía, en una zona estratégica junto a Alicante y Elche, se desarrolló urbanísticamente de una forma acelerada y en la década de los noventa, con la construcción del Parque Empresarial, la población joven se multiplicó, y el nivel de niños, por tanto, también, hasta llegar en la actualidad a más de 7.000 habitantes censados.

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