El pleno ha aprobado esta mañana el expediente del presupuesto 2023 del Ayuntamiento de Elche, que asciende a 231,7 millones de euros (sin contar a las empresas públicas), lo que supone unos cien mil euros menos que el presente ejercicio de 2022. Algo más de 45 millones de euros serán de inversiones, incluyendo los organismos públicos, y se pedirá un nuevo préstamo de 13 millones.

El bipartito, PSOE y Compromís, sacaba adelante, a las 13.43 minutos de este lunes, su último presupuesto de este mandato, en medio de las críticas de toda la oposición (PP, Vox y Cs, que votaron en contra), que considera que estas cuentas dan la espalda a los ilicitanos, y con la abstención del edil no adscrito.

El debate se le ponía al principio en contra al PP puesto que PSOE y Compromís, en el gobierno local, consiguieron poner en una primera parte del debate el foco en la "irrealidad" de la gran mayoría de enmiendas parciales y la enmienda total presentadas por el principal partido de la oposición, alejando así el debate sobre las posibles debilidades que puedan presentar las cuentas generales para el próximo ejercicio.

Tras el debate preliminar, agrio, sobre las enmiendas presentadas, sobre todo del PP, la edil de Gestión Financiera, Patricia Maciá, presentaba ante el pleno las nuevas cuentas recordando cómo se ha visto afectado el mismo al dispararse las contratas por la inflación y el coste de las materias primas, lo que ha hecho, por ejemplo, que el recibo de la luz se vaya a triplicar.

Un 2,5% subirán los salarios el próximo año a los trabajadores municipales, tal y como ha decretado el Gobierno central, recordó, mientras que en este mes estos recibirán el incremento del 1,5% previsto para este año. También se aumentará además la partida de productividad.

El portavoz adjunto del PP, José Navarro. Áxel Álvarez

Maciá, que reconoció una vez más que en Servicios Sociales habrá un recorte de 800.000 euros, apuntó que no obstante se incorporará para el próximo año una partida nueva, de un millón de euros, para el servicio de ayuda a domicilio a personas dependientes y aseguró que tenían el compromiso de incrementar ayudas sociales, como las de emergencia y al pago del IBI.

El edil no adscrito, Eduardo García-Ontiveros, destacaba que se recortan 17 millones de gasto por el aumento de los precios de la luz, el combustible y la subida de sueldos de los empleados funcionarios. Y enunció, por ejemplo, que 11,6 millones se destinarán a la factura de la luz el próximo año, que subirá la contrata de la limpieza de la ciudad y que habrá 800.000 euros para iluminación de Bonavista, pendiente desde hace años y con una sentencia judicial a favor de los vecinos. A su juicio se podía haber repartido mejor el presupuesto para ayudar a más ilicitanos, al tiempo que hizo un llamamiento para elevar el porcentaje de ejecución del presupuesto.

Desde Cs, Eva Crisol criticó que se les dijera que se iba a hacer un presupuesto con aportaciones de la oposición y que luego no fue así. "Son unas cuentas indefinidas y no se hacen para todos los ilicitanos", decía Crisol, quien entendía que las mismas no "solucionan los problemas estructurales de los vecinos". A su juicio, no era un presupuesto sobre temas que preocupen a los vecinos, y que pese a que se dijo que era la legislatura de las pedanías, se acaba el mandato y, en su opinión, nada de nada. Crisol entendía que el presupuesto debía haber sido más ambicioso y pensando en las familias, además de ayudar a los colectivos más vulnerables y a las asociaciones que los ayudan.

Crisol también reconocía que no había presentado enmiendas al dar por hecho que quedarían olvidadas en un cajón. "Estos presupuestos no están a la altura de los ilicitanos", declaraba la concejala.

Juan Antonio Alberdi, edil de Vox Áxel Álvarez

Para Aurora Rodil, de Vox, las propuestas plasmadas en los presupuestos "son superfluas e inoperantes para la vida de los ciudadanos" y "gastan en caprichos de ideologías trasnochadas". Vox pedía rebajar impuestos, y añadía: "Ustedes no creen en Elche y en los ilicitanos" y afirmaba que el equipo de gobierno había apostado por "un rumbo marcado hacia la ruina y el despilfarro".

"No escuchan lo que la gente necesita", agregaba Rodil, quien condenaba reiteradamente las" agendas ideológicas" y denunciaba que se estaba malgastando el dinero público.

En el turno de Compromís, su portavoz, Esther Díez, defendía este presupuesto pensando para, entre otros asuntos, adaptar Elche a la crisis climática, buscar el empleo de calidad o ayudar a los más vulnerables. También dijo que muchas partidas serán dimensionadas y que se incorporarán nuevas ayudas para las necesidades de los ilicitanos.

Para Díez, tras la política del dinero en el bolsillo de los ilicitanos que defiende la derecha se esconden recortes, y que en cuanto a la limpieza y el transporte públicos, el ejecutivo ha priorizado estos servicios y además desde el punto de vista de la crisis climática, de acuerdo con la idea de prestar un mejor servicio a los ciudadanos. Más líneas y más ágiles de bus para sumar un millón de viajeros al año, anunciaba también Esther Díez, quien indicaba que lo importante es tener una cuentas saneadas y tener un Elche para el siglo XXI.

Pablo Ruz, desde el PP, tachaba estas nuevas cuentas de "hachazo fiscal", hablaba de "recortes sociales", vaticinaba el fracaso de los fondos EDUSI y el "desastre" del plan Edificant, al tiempo que denunciaba el olvido a las pedanías.

"Ni una cuarta parte de lo prometido se va a cumplir", advertía Ruz en referencia a las inversiones ejecutadas, además de asegurar que ha habido 30 licitaciones desiertas, "por los pliegos mal hechos, y con más de 100 subsanaciones de los pliegos ya realizados".

"Es un periodo que acaba por falta de la capacidad política del señor González, que se los va a llevar a todos por delante", vaticinaba por otra parte Pablo Ruz que calificaba este presupuesto como el fruto de un proyecto político caducado.

"Somos un equipo trabajador", señalaba a los ilicitanos en su último turno de palabra la concejala de Gestión Financiera, tras realizar una defensa en apoyo del alcalde González.

Enmiendas

Mucho antes, casi al principio del pleno, en la parte del debate sobre las enmiendas, Esther Díez, de Compromís, se arrancó señalando que más de la mitad de las enmiendas del PP se formulaban de forma "errónea" porque "mezcla presupuesto ordinario con inversiones y no se pueden mezclar. Más de la mitad (de las enmiendas) son una trampa".

Luego, la socialista y edil de Gestión Financiera, Patricia Maciá, resumió que el PP había presentado una enmienda a la totalidad, que calificó de "tres hojas de mala literatura", y prácticamente 70 enmiendas parciales.

"Durante dos meses y medio hemos trabajado para realizar un presupuesto serio y riguroso. Este texto (en referencia a la enmienda a la totalidad presentada por el PP) es una falta de respeto a los técnicos", para agregar que parecía más bien un "mitin" de Pablo Ruz.

Y añadió: "Las enmiendas del PP son dignas de estudio: el 60,5% son inviables. No se pueden financiar gastos corrientes con subvenciones EDUSI o de la Diputación.

Esther Díez, en un instante de la sesión plenaria Áxel Álvarez

Para Esther Díez, al PP "el discurso se les desmonta", y calificaba de "alternativa de fábula" lo que habían planteado desde las filas populares. "No son capaces de traernos los números bien hechos al que es el pleno más importante. Es una trampa lo que han traído hoy", apuntaba.

Patricia Maciá insistía: "No es la verdad señor Ruz, es la verdad que a usted le interesa. La irresponsabilidad es suya. No se puede financiar gasto corriente con préstamo. Cuando piden un préstamo para una casa no pueden destinar ese dinero para el supermercado".

Maciá reconocía que nunca ha ocultado que para el próximo año se ha rebajado en 800.000 euros en el área de Bienestar Social, pero al tiempo matizó que con el remanente de Tesorería el compromiso de este equipo de gobierno es aumentar las ayudas a emergencia social, IBI y otras.

"Vaya papelón. Si están de acuerdo con nuestras enmiendas, muchas sociales, voten a favor", replicaba Pablo Ruz, quien al comienzo de su intervención resumía que sus 70 enmiendas afectaban a 3,6 millones de euros, al tiempo que tachaba de "presupuesto de los recortes" estas cuentas generales de PSOE y Compromís.

Pablo Ruz, en el pleno de este lunes Áxel Álvarez

Ruz criticó las cuentas del equipo de gobierno por rebajar 400.000 euros en las ayudas del IBI; 10.000 en las subvenciones al pago del alquiler; o 1,5 millones en las ayudas a emergencia social; y planteaba, con sus enmiendas, crear un Banco de Alimentos con 25.000 euros; aumentar las ayudas a colectivos sociales, como por ejemplo crear un cheque bebé con 100.000 euros (luego Esther Díez afirmó que con eso tocaría a solo 38 euros cada madre); o colocar una escalera mecánica en el barrio de Porfirio Pascual.

Para ello, para introducir sus enmiendas en el presupuesto, desde el PP se planteó dejar en espera la renovación del parque informático, por importe de 300.000 euros; también el proyecto sobre la zona de bajas emisiones, por la misma cantidad (Esther Díez, luego, también le recordaría que estas zonas son de obligado cumplimiento para 2023 en municipios de más de 50.000 habitantes y para la que el Ayuntamiento de Alicante, donde gobierna el PP, ha presupuestado 4,3 millones); o las inversiones en señalética de los aparcamientos públicos.

El alcalde Carlos González pidió al interventor que se pronunciara sobre qué pasaría si 44 enmiendas del PP se aprobaran. "Es contrario a la Ley de Haciendas Locales", resumía el técnico, ante lo cual Pablo Ruz pidió incorporar entonces el resto que el ejecutivo invalidaba.

El PP anunciaba por otra parte que votaba a favor de la enmienda a la totalidad también presentada por Vox, al considerar este último partido que no existe Plan Estratégico de Subvenciones y que por tanto se podría estar incurriendo en ilegalidad en caso de seguir adelante y que incluso se podría decretar nulidad.

Bancada socialista en el pleno de Elche Áxel Álvarez

Junto a la enmienda a la totalidad debería haber un presupuesto alternativo, algo que PP y Vox no presentaron, recordaba Patricia Maciá, quien indicaba que ese plan estratégico del que hablaba Vox busca que no se concedan ayudas sin estar debidamente justificadas, algo que en el Ayuntamiento de Elche, detalló la edil de Gestión Financiera, no ocurre puesto que existen numerosos mecanismos internos garantistas. También dijo que ese Plan Estratégico de Subvenciones, que no van a dejar de lado, es independiente a la aprobación del presupuesto.

Para Pablo Ruz, el equipo de gobierno votó en contra de mejorar ayudas a colectivos sociales al rechazar las restantes enmiendas del PP, más de una treintena, que sí podían haber salido adelante desde el punto de visto técnico.