La restauración de la Acequia Mayor se retrasa a 2024 pese a su cada vez mayor riesgo de colapso

Las trabas burocráticas y la demora en constituir la junta gestora del Palmeral bloquean la licencia de obra solicitada hace medio año

Un ramal de la Acequia Mayor, a espaldas del convento de las Clarisas.

Un ramal de la Acequia Mayor, a espaldas del convento de las Clarisas. / Antonio Amorós

A. Fajardo

A. Fajardo

La esperada rehabilitación de la Acequia Mayor del Pantano, prevista para este otoño, tendrá que esperar al año que viene. Las trabas burocráticas para obtener todos los permisos necesarios para restaurar un Bien de Interés Cultural (BIC) han dilatado más de la cuenta la tramitación para poder llevar a cabo la restauración de la red de riego que abastece al Palmeral. Y todo ello, mientras existe un riesgo real de colapso de la acequia, según admiten desde la comunidad de propietarios.

Aunque en estos momentos el procedimiento administrativo se encuentra en su fase final para poder lograr la licencia de obras municipal, el retraso en los plazos va a implicar que la Diputación de Alicante tenga que aprobar por pleno una modificación presupuestaria con el fin de que el próximo año se pueda mantener la ayuda de 1,6 millones de euros concedida por la entidad provincial para este ejercicio. 

Licencia

Fue el pasado junio cuando la entidad que gestiona la Acequia pidió la licencia de obras; en julio presentó públicamente el proyecto junto al recién investido alcalde Pablo Ruz. En agosto, la comunidad de propietarios, según su presidente Francisco Picó, continuó trabajando con técnicos municipales, de la Generalitat y de la Diputación para adaptarse a las exigencias de la administración local «que no han sido pocas» con el fin de poder presentar toda la documentación a la entidad provincial.

Sin embargo, el último escollo que se han encontrado ha sido el tener que esperar a la constitución de la junta gestora del Palmeral para obtener su visto bueno, lo que se espera que pueda producirse este mes. Y es que el retraso en convocarse este órgano de control, así como una comisión técnica del Palmeral, ha provocado que haya más de una veintena de licencias de obras paralizadas desde hace meses en el Ayuntamiento ilicitano, según el equipo de gobierno.

Con todo ello, una vez sorteados todos los baches administrativos, logren la licencia municipal y una vez tenga a disposición la subvención de la Diputación el próximo año, la comunidad de regantes tendrá que licitar las obras para escoger a la empresa que se encargará de la rehabilitación.

La complejidad y particularidades de la restauración de una infraestructura hidráulica de esta talla exigirá unas obras de un año de duración, con lo que la actuación estaría lista ya para 2025. Para hacer esto posible, la comunidad de propietarios de la Acequia Mayor del Pantano lleva prácticamente desde inicios de este 2023 trabajando en la reforma y puesta en valor de legado histórico que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.  

Ocho siglos

La restauración de los partidores y del Canal del Desvío implicará el uso de tecnología 3D para reproducir piezas con ocho siglos de historia y también la digitalización de un legado para que ilicitanos y turistas puedan entender el valor de este patrimonio a través de códigos QR que aporten información. La primera fase consistirá en la mejora y reparación de seis partidores que en la actualidad están prácticamente inutilizados lo que impide que se pueda controlar adecuadamente los caudales a los diferentes ramales a los que sirve. Se trata de los partidores fijos de Albinella y Marchena, ambos realizados en el siglo XIII, y los móviles de Carrell, Asnell, Anoi y Candalix. El presupuesto para este cometido es de 120.000 euros.

La Acequia Mayor tiene su punto de inicio en la presa del Pantano.

La Acequia Mayor tiene su punto de inicio en la presa del Pantano. / Antonio Amorós

La segunda fase, que podrá solaparse con la anterior, es la más compleja y la más costosa: 1,5 millones de euros. Consistirá en recuperar patrimonial mente el Canal del Desvío, incluidos sus túneles, obras de fábrica, acueductos, pasos y portones, un conjunto de infraestructuras de gran importancia asociadas a la declaración del Palmeral como Patrimonio de la Humanidad.

Rehabilitación

La rehabilitación integral empezará en el Molino de Pavía (sin incluirlo) en el término municipal de Aspe hasta su final, en el Azud de la Casa de las Taules en Elche. Esta obra se ejecutó entre 1906 y 1910 y tiene una longitud de aproximadamente 7 kilómetros, que discurre mayoritariamente en paralelo por el margen izquierdo del Vinalopó, tal y como consta en el proyecto elaborado por el ingeniero y exedil, Sebastián Polo; el arquitecto José Amorós y el arqueólogo José David Busquier.

Entre los elementos que forman parte del Canal del Desvío destacan los cuatro acueductos, el más largo es el de Cañada de Mollá, con 15 arcos de medio punto y 119 metros; la tubería de salto de agua de 30 metros de caída o la central eléctrica de 513 caballos nominales.