El Ayuntamiento activa la tramitación urbanística para el desembarco del CEU en el antiguo Capitolio de Elche

La Universidad CEU Cardenal Herrera fijó marzo como fecha de inicio de las obras para transformar el antiguo cine Capitolio –reconvertido desde 2006 en tienda de Zara– en su Facultad de Odontología y, a la sazón, en su tercera sede en Elche. Y este jueves se dio un paso clave en ese sentido, después de que el Ayuntamiento activara la tramitación urbanística, sacando a exposición pública el estudio de integración paisajística y el plan de participación por obras para la reforma y ampliación de este simbólico edificio construido en 1946, sobre las ruinas de lo que hasta 1936 fue el Casino de Elche.

Un plan de participación que permanecerá abierto hasta el 26 de febrero, y que permite que la ciudadanía pueda plantear sus opiniones en torno a esta actuación. El hecho de que el edificio que se va a rehabilitar se encuentre en el entorno de protección del Palmeral hace necesario este estudio de integración paisajística como documentación complementaria al proyecto de reforma del edificio, tal y como marca la ley. Un movimiento fundamental el que se dio este jueves para obtener la licencia y que puedan empezar las obras como tal, tras las labores de limpieza y desescombro de los últimos días.

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Inversión de 7 millones

El documento en cuestión refleja lo que ya se anunció el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la presentación del proyecto, con una inversión prevista de 7 millones de euros. Así las cosas, se conservará, tal y como marca el Plan Especial de Protección de Edificios y Conjuntos del Término Municipal de Elche de 1998, la fachada, con su composición, elementos y materiales; y las escaleras de la entrada, también con su decoración y elementos. 

Ahora bien, en el texto registrado se recoge que, mientras que las escaleras conservan su configuración y materiales originales, no ocurre lo mismo con el tramo norte de la fachada, que ha sufrido diversas alteraciones que van desde los huecos cegados a los forjados intermedios. Por eso, la intención es intervenir «en lo existente a través de una operación sencilla que conserva los elementos de mayor valor y recupera el tramo de fachada más alterado», según se recoge literalmente. 

Dos patios

Otra cosa es el volumen interior del edificio, que sí se modifica, aunque protegiendo las escaleras, y manteniendo algunos elementos y gran parte de la estructura original. En este sentido, se incorporan dos patios que introducen luz en el espacio interior y se modifican las alturas de algunos sectores, pero sin sobrepasar la cota más alta del edificio, y retranqueándose respecto de la fachada, de forma que resulte imperceptible y se salvaguarde la apariencia física del edificio y sus elementos más significativos, con la intención de reducir su impacto en la zona.

De hecho, desde la Universidad CEU Cardenal Herrera siempre han subrayado su esfuerzo por conservar, recuperar y renovar la construcción, que, de otra manera, tras la marcha de Zara, se convertiría en un edificio abandonado, con las consecuencias que eso implica. En concreto, se habla de conservar los elementos que se consideran valiosos, de recuperar el tramo de la fachada más alterado, y de renovar la configuración de la platea y el escenario, para convertir ese espacio en un aulario. No en vano, la de la platea es una zona que tiene estructuras nuevas que fragmentaron el espacio vacío original.

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Galería ajardinada

«La introducción de una terraza abierta en cubierta y la sustitución de la fachada que da acceso a la terraza de la segunda planta, únicos cambios que podrían afectar a la imagen exterior del edificio, se mitigan mediante un retranqueo respecto a la línea de fachada que, en combinación con el reducido ancho de la calle Trinquet, mantiene intacta la imagen exterior de la fachada original», apunta el documento en este sentido. A efectos prácticos, eso supondrá que habrá una especie de doble fachada, con la exterior, que se debe conservar, y la estructura de acero de la remodelación posterior para crear una galería ajardinada a doble altura, como antesala, y que permitirá que haya más luz y ventilación en el edificio. En paralelo, en el documento se resalta que la gran altura de las medianeras que rodean el edificio impide la visión de la cubierta, área en la que se introducen las modificaciones más apreciables del proyecto, desde lugares como la torre de la basílica de Santa María o desde otros inmuebles cercanos. 

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