Los mil metros de petardos colocados en zigzag a lo largo de las calles Colón, Nueva, Ortega y Gasset, Pedrito Rico, Dos de Mayo y Andrés Amado no defraudaron a los cientos de personas de todas las edades que se apretujaron bajo sus paraguas en la plaza del Ayuntamiento a la una de la tarde de ayer. En muy pocos minutos empezó y terminó una de las carrerras populares más famosas de la ciudad con un alto número de participantes haciendo el recorrido entero y ataviados con la camiseta y el pañuelo de los Sanrtos Patronos. Los más pequeños iban acompañados de sus padres, encabezando la carrera, lejos de las explosiones y las brasas. La Cruz Roja tuvo que asistir a un joven que se quemó en la cabeza con un trozo de cuerda quemada, aunque no revitió "gravedad alguna", según la Policía Local y Protección Civil.