Pocas veces se tiene la oportunidad de vivir dos fiestas iguales en un mismo año. La celebración del quinto aniversario de la consagración de la iglesia más joven de Elda, la de San Pascual, lo ha hecho posible. El lugar de culto de la zona de expansión de la ciudad quería sacarse la espina de no haber recibido a los Santos Patronos cuando estuvieron de "gira" en 2004.

Los fastos, que se desarrollaron durante toda la pasada semana, guardaban la pirotecnia para el final, en sentido literal y figurado. El último día de los Patronos en la iglesia tenía reservado para los habitantes de la Avenida de Ronda y alrededores una representación de la esencia de las Fiestas Mayores del mes de septiembre, con su Traca incluida.

Bajo la pólvora

Así pues, y pese a que el día no acompañaba como sí lo hiciese los días 8 y 9 del pasado mes, días de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso respectivamente, no pocos fueron quienes se acercaron hasta allí para volver a correr bajo la pólvora, una cita que se había establecido para la una de la tarde en la principal vía de la zona, la Avenida de Ronda. La "minitraca" fue menos multitudinaria que la original, claro, aunque no por ello los asiduos de la carrera pirotécnica dejaron escapar la oportunidad de desenfundar la camiseta, el pañuelo y el paraguas, para escapar de los estallidos.

Para seguir con la ilusión de que el tiempo no había pasado desde las Fiestas Mayores, el "mezclaíco" volvió a ser la bebida estrella, en una de las famosas sesiones que todo el mundo aguarda durante los días grandes de Elda. Si bien es cierto que hay quién no abandona esta peculiar bebida en otros momentos del año, tomarla después de correr bajo la pólvora es, definitivamente, otra cosa.

Partida

La visita de los Santos Patronos a San Pascual tocaba a su fin ya por la tarde. Las imágenes, que evitan salir a menudo para que se puedan conservar en la mejor de las condiciones, emprendían el viaje de vuelta bajo un cielo que amenazaba lluvia. Si por la mañana, los intervalos de sol habían dejado un día otoñal que, aún así, permitía llevar la típica camiseta durante la traca, la chaqueta se imponía para la tarde.

La despedida de las imágenes comenzaba en San Pascual, dándose cita allí los artífices de esta visita, los responsables de la parroquia y la Cofradía de los Santos Patronos. Pero no eran los únicos, claro. Las cofradías de Semana Santa, el resto de representantes del mundo festero, que también participaron en las actividades de la pasada semana; también acudieron a despedir y acompañar de nuevo a los Patronos a "casa".

La romería comenzó poco antes de las siete tas una Salve Solemne, y tenía como destino la iglesia de Santa Ana. Allí, una eucaristía, ya con las imágenes en su posición habitual, ponía el punto y final a una semana que queda, desde ya, grabada en la historia de la joven comunidad de San Pascual.