Kilos y kilos de basura de todo tipo y condición y los restos de un antiguo corral con una decena de jaulas donde se criaban, supuestamente, gallos de pelea para enfrentarlos a vida o muerte en apuestas clandestinas. Eso es lo que se encontraron los bomberos que acudieron al mediodía de ayer a sofocar el incendio en uno de los pisos abandonados y deshabitados de la planta baja del marginal, insalubre y ruinoso bloque de la partida El Sapo de Elda.

El fuego se declaró por causas desconocidas, aunque todo parece indicar que fue de forma intencionada, pasadas las 12.30 horas. Al lugar acudieron rápidamente seis bomberos con dos camiones del Parque Comarcal de Elda y un vehículo de jefatura así tres dotaciones de la Policía Local y una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía.

En apenas quince minutos los bomberos dieron por sofocado el incendio y comenzaron entonces a examinar toda la zona afectada por las llamas. Incluso subieron al piso superior con una escalera a través de la fachada descartando, finalmente, la existencia de daños estructurales.

Su rápida actuación evitó que el fuego se extendiera a un patio interior comunitario, colindante al piso siniestrado, donde se acumulan cientos de kilos de residuos orgánicos, enseres, telas, colchones y electrodomésticos averiados, entre otros muchos desechos. En caso contrario el incendio podría haberse propagado por todo el inmueble que, en estos momentos, se asemeja más a un vertedero urbano incontrolado que a un edificio del casco urbano eldense. Edificio que, por cierto, está declarado en ruina y carece de conexión eléctrica aunque en tres de sus pisos todavía viven familias de raza gitana, con niños menores, que han sido desahuciadas por el Instituto Valenciano de la Vivienda, el IVVSA, que es el titular de un bloque que será demolido antes del próximo verano, una vez que sus últimos ocupantes sean realojados en viviendas sociales.