La zona de El Sapo siempre ha sido un foco de problemas y por lo tanto poco o nada frecuentada por el resto de vecinos de Elda, lo que propició aún más su aislamiento.

Sólo en lo que llevamos de año Iberdrola decidió cortar la luz del inmueble tras detectar 30 enganches ilegales a la red, lo que obligó a los residentes a alumbrarse con velas.

Por otro lado, y también este año, los bomberos acudieron a sofocar un incendio en un piso abandonado que estaba siendo utilizado para montar peleas ilegales de gallos.