La crisis de gobierno de Villena parece llegar a su fin, después de que la asamblea del PSOE refrendará anoche la decisión tomada por su ejecutiva. Los socialistas dijeron sí a la última propuesta lanzada por el alcalde Verde, Javier Esquembre, de remodelar la junta local de gobierno y negociar un nuevo pacto para dar continuidad al tripartito, formado por Los Verdes, PSOE y Villena Centro Democrático, y que rige el municipio desde las pasadas elecciones locales.

La asamblea del PSOE escuchó la propuesta negociada por los tres grupos, que consiste en la conformación de una nueva junta constituida por tres integrantes de los Verdes -el alcalde, Javier Esquembre, y las ediles Virtudes Hernández y Mercedes Menor-; dos del PSOE -Isabel Micó y Carlos Beltrán- y uno de Villena Centro Democrático (VCD), Juan Carlos Pedrosa.

El concejal de VCD y actual segundo teniente de alcalde, Juan Richart, de este modo, será apartado de la junta. El alcalde da así respuesta a la petición-condición de los socialistas para continuar formando parte del gobierno municipal.

Por otra parte, el socialista Carlos Beltrán deja la primera tenencia de alcaldía en manos de la concejala ecologista, Mercedes Menor. El del PSOE quedará como segundo teniente de alcalde.

En las negociaciones del nuevo pacto de gobierno también se puso encima de la mesa la posibilidad de reducir el número de cargos de confianza. Será en el transcurso de las negociaciones de los presupuestos municipales cuando se termine de negociar en qué medida afecta este recorte a cada uno de los grupos.

En este escenario, Juan Richart es la nueva incógnita del gobierno municipal. El edil ya anunció públicamente que, en el momento que el alcalde cediera a las pretensiones de los socialistas de apartarlo del órgano consistorial -donde se decide aproximadamente el 80% de los asuntos municipales- abandonaría sus delegaciones.

Se espera que en unos días, Esquembre firme el decreto que formalice la nueva constitución de la junta de gobierno. Entonces, sería el momento en el que el edil de VCD ejecute su amenaza, quedando el tripartito en minoría. En el caso de que la cumpliera, el alcalde debería proceder a la tercera remodelación de gobierno municipal en la actual legislatura. La última se oficializó hace tres meses.

Richart se granjeó este verano la antipatía de los socialistas y, meses antes, la de algunos de los integrantes de su partido que han rubricado un documento, entregado a la primera autoridad local, en el que afirman que no representa a su colectivo.

Su abstención a la hora de adjudicar la organización de la corrida de toros de fiestas a una empresa, provocando que el voto negativo de los Verdes consiguiera la supresión del festejo, fue la gota que colmó el vaso de los ediles del PSOE y al mismo tiempo, su petición a Esquembre de que lo destituyera del órgano municipal. Tras dos meses de espera la primera autoridad no aceptó las pretensiones de los socialistas a lo que respondieron cediéndole sus concejalías. A partir de ese momento, se inició una ronda de conversaciones para renovar el pacto de gobierno.