La tradición de las doce uvas de la suerte en Nochevieja, que siempre han sido uvas frescas y no en lata, surgió en el Medio Vinalopó, pero se ha internacionalizado hasta llegar a rincones tan alejados como Rusia y Arabia Saudí. En el Mercado Central de Elda el puesto que regentan los aspenses Manolo y Esperanza ha sufrido una reducción de las ventas de entre un 15% y un 20% respecto al año pasado. El matrimonio espera, no obstante, que el tirón de la Nochevieja reduzca este considerable desplome a lo largo del día de hoy. Pero no las tienen todas consigo. Lo que sí tienen claro es que los precios de venta se mantienen igual desde hace cinco años. Venden la uva recién cortada a dos euros el kilo cuando hace diez años la vendían a 1.000 pesetas -seis euros- el kilo. Ellos lo achacan sobre todo a la crisis.