Los amantes del carajillo, la mezcla resultante del café con otra bebida destilada como brandy, ron, orujo o anís, podrán tomarlo a partir de ahora sin alcohol. Una empresa familiar de Elda lo ha registrado bajo el nombre de «Quemaito» sin alcohol y lo comenzará a comercializar a partir del lunes con un precio por botella de entre 11 y 12 euros.

Este novedoso licor dulce de aroma suave y sabor a canela permitirá a los conductores profesionales finalizar sus comidas en ruta con un carajillo quemado que no perturba sus cualidades al volante porque da cero grados en el test de alcoholemia. También pretende introducirse en el exigente mercado de los países nórdicos y en el de los Emiratos Árabes. En este caso porque abre la posibilidad de disfrutarlo sin dejar de respetar el mandato islámico que prohibe ingerir alcohol. Además no necesita azúcar y reduce el tiempo de preparación de siete minutos a tan solo uno.

«Es un producto elaborado y único en el mundo y lo hemos creado en Elda. Aquí ha nacido, aquí lo producimos artesanalmente y desde aquí lo vamos a comercializar y distribuir. Pero no ha sido fácil. Esto ha sido como un castillo de naipes. Llevamos muchos años de trabajo y mucho dinero invertido, y por fin hemos dado con la fórmula del carajillo sin alcohol con un sabor casi igual al carajillo de toda la vida», ha indicado Pedro Navarro, el gerente de Navarro Vicent SL, una pyme fundada en 1999 y dedicada fundamentalmente a la restauración.

El «Quemaito» con alcohol fue el primer producto que los cuatro hermanos sacaron a la calle en el año 2010 mejorando la fórmula ancestral de sus abuelos. Este licor de entre 15 y 17 grados, con marca registrada, recrea el típico sabor del carajillo quemado cuando se mezcla con café caliente. Pero también se puede servir con hielo, junto a otros refrescos e incluso con los mojitos y la sangría.

Los hermanos Navarro empezaron repartiendo las primeras diez botellas a familiares y amigos como regalo pero el año pasado embotellaron 10.000, y la demanda va en aumento -cada año la producción crece un 20%- gracias a la continua promoción que vienen haciendo de feria en feria.

Se cuenta que el origen del carajillo se remonta al siglo XV cuando los soldados españoles colonizaron Cuba. Se dice que idearon una bebida con productos autóctonos y licor que les daba «corajillo» para luchar con valor. Jamás pudieron imaginar que seis siglos después lo elaborarían sin alcohol y lo llamarían «Quemaito».