La polémica está servida en los Moros y Cristianos de Petrer. La asamblea general extraordinaria de compromisarios de la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir ha decidido, tras una tensa reunión con dos votaciones secretas, trasladar a la Explanada - jardines del Alcalde Vicente Maestre- la interpretación del «Pasodoble Petrel». Se modifica, por tanto, el multitudinario y entusiasta acto de la Entrada y Saludo de Bandas con el que, desde hace 49 años, comienzan las fiestas de Moros y Cristianos de Petrer.

La controvertida decisión, que según la Junta Central de la Unión de Festejos responde a motivos de seguridad por la gran afluencia de público -más de 4.000 personas- congregadas en la plaça de Baix, ha generado rechazo y críticas entre muchos festeros. Sobre todo en el sector más tradicionalista. Un malestar presente en la asamblea que ha permitido, al menos, que las Guerrillas, el castillo de Embajadas y la representación de las mismas sigan manteniéndose en la plaça de Baix. Precisamente, a finales del año pasado, el pleno del Ayuntamiento aprobó, por unanimidad, que el «Pasodoble Petrel» fuera nombrado himno oficial de la villa. Pero en la noche del próximo 14 de mayo la emblemática pieza que el maestro Miguel Villar compuso en 1969, y cuya letra le corresponde al excronista oficial Hipólito Navarro, ya no se cantará en la plaça de Baix, ni el director invitado para abrir la celebración dirigirá a los 700 músicos de las doce bandas desde el castillo de Embajadas.

El presidente de la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir, Enrique Rubio, es consciente de que la medida ha generado rechazo porque se ha puesto fin a una costumbre. Pero también considera que el cambio ha contado con un amplio respaldo tal y como lo demuestran los 81 votos a favor frente a 16 en contra y 5 abstenciones.

«Yo también soy un defensor de la tradición de nuestros Moros y Cristianos pero la seguridad de las personas está por encima de todo y, en este caso, un estudio municipal advierte del peligro que supone seguir desarrollando el acto en la plaça de Baix», ha justificado. Tal informe, que ya fue expuesto meses atrás a los festeros durante una reunión abierta a la que asistieron los jefes de la Policía Local y Bomberos, limita a 1.500 el número de personas que puede acoger la plaça de Baix para ajustarse a la normativa vigente.

«En los últimos años la situación se había descontrolado porque somos más de 4.000 personas metidas en un espacio muy reducido y el organizador del acto es la Unión de Festejos con lo cual, en caso de producirse una tragedia como la de Madrid Arena en 2012, seríamos la entidad responsable y el Ayuntamiento de forma subsidiaria. En esta cuestión me acusan de ser muy legalista pero como presidente no voy a eludir mi responsabilidad y cumpliré la normativa para que prime la seguridad», subrayó ayer Rubio.

En la Explanada un informe técnico garantiza la seguridad para 10.000 personas en caso de emergencia. Pero los festeros no están convencidos.