Los cortes de electricidad de las aulas prefabricadas del instituto Azorín de Petrer por la escasa potencia de la luz de obra está ocasionando que los alumnos tengan que recibir clases a oscuras. Los continuos apagones les obligan a utilizar las linternas de los teléfonos móviles para iluminar sus pupitres mientras toman apuntes o consultan los libros de texto.

El problema surgió el mismo día de la mudanza, el pasado martes 13 de octubre, debido a que las aulas prefabricadas disponían únicamente de la conexión de luz de obra utilizada por la empresa adjudicataria para acometer la instalación. Este diario ya lo anunció la semana pasada haciéndose eco de las críticas de un grupo de padres canalizadas por el portavoz municipal de Ciudadanos, Víctor Sales. Sin embargo la alcaldesa, la socialista Irene Navarro, compareció unas horas más tarde para asegurar que el problema se había producido únicamente durante los dos primeros días de clase y ya se habían tomado las medidas necesarias para subsanarlo, al menos de forma provisional, hasta conseguir la autorización de Industria para obtener el boletín del suministro eléctrico definitivo. Sin embargo los estudiantes de segundo curso de Bachillerato del IES Azorín se erigieron ayer como portavoces del resto de compañeros para denunciar el «descontento general» por la falta de electricidad en el centro. «Una carencia que nos está causando la imposibilidad de dar clases y, consecuentemente, no se produce un correcto desarrollo del curso académico ya que en las primeras horas la luz natural no es suficiente y, por ello, las clases no se pueden impartir de manera óptima», advierten. La falta de fluido eléctrico les ha llevado a perder varias clases durante la última semana e, incluso, les ha resultado imposible realizar exámenes programados.

Pero los más perjudicados están siendo los alumnos que cursan la asignatura de Informática ya que, ante los frecuentes apagones, ha sido necesario suspender la asignatura hasta que se consiga un suministro permanente. Una circunstancia que les genera «incertidumbre» al no saber la fecha en la que podrán retomar las clases con normalidad. Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las más afectadas. Y aunque la presencia de luz natural durante el resto del día consigue iluminar las aulas, despachos y otras zonas comunes, en algunas clases sigue resultando insuficiente.

La alcaldesa apuntó como causa del problema a un «error interno» de la adjudicataria en la solicitud de los permisos a Industria para proceder al cambio del suministro eléctrico tras finalizar los trabajos. Una tramitación que, según añadió Irene Navarro, había contado con la ayuda del departamento técnico de Urbanismo para subsanar los fallos detectados y acelerar su aprobación. Pero el permiso para disponer de la conexión eléctrica definitiva se está retrasando más de lo inicialmente previsto. Una situación transitoria que se esperaba subsanar el pasado lunes, tal y como indicaron fuentes del propio centro después de haber recibido el boletín.

Los alumnos también se quejan de la poca organización a la entrada y salida del centro. «Es cierto que existen dos puertas principales para acceder al recinto para intentar evitar aglomeraciones. «Sin embargo no la consideramos una medida efectiva ante el riesgo de contagio del coronavirus porque todo se canaliza a través de la única puerta habilitada de acceso al edificio. Por ello proponemos la utilización de las puertas de emergencia laterales para la regulación del tránsito del alumnado», proponen los portavoces estudiantiles siendo conscientes de que «esas puertas deben permanecer cerradas pero, dada la situación actual, se podrían utilizar haciendo un uso extraordinario de ellas». Del mismo modo consideran que la disposición del alumnado en los tiempos de recreo es «poco eficiente y arriesgada». Por eso sugieren la apertura de las dos pistas polideportivas construidas por el Ayuntamiento de Petrer para habilitar un mayor espacio en las horas de descanso. «Esperamos que las autoridades educativas o con competencia para ello tomen conciencia de la situación y aporten soluciones lo antes posible», señalan por último.

Esta situación ya provocó la semana pasada un cruce de acusaciones entre Víctor Sales e Irene Navarro. La primera defendió la colaboración del Ayuntamiento de Petrer con la Conselleria de Educación, como ente responsable de la actuación, y pidió «responsabilidad» al portavoz de Cs tras acusarle de «generar alarma» entre los padres de los alumnos. Ayer Sales retomó el asunto tras la denuncia estudiantil para responder a la alcaldesa que «a nuestro grupo municipal y a nuestros diputados autonómicos sí les importan los alumnos y la calidad educativa».

Educación invierte 2,7 millones en los módulos

La Conselleria de Educación ha invertido 2,7 millones de euros en las aulas prefabricadas que, durante los próximos 24 meses previstos para la construcción del nuevo instituto, alojarán a los 800 alumnos del IES Azorín. Se trata de un complejo de 250 módulos que se empezó a instalar en julio en una parcela municipal acondicionada por el Ayuntamiento en la avenida dels Platans. El actual centro, de más de 50 años de antigüedad, será demolido para construir un instituto nuevo con una inversión de 12,5 millones de euros.