Elda celebró el pasado 1 de diciembre la primera de las cinco mesas de trabajo del Plan Estratégico Elda 2030 dedicada al Patrón 4 (Elda verde, accesible, sostenible y eficiente) en el Conservatorio de Música Ana María Sánchez.
La mesa, coordinada por el eldense Francisco Martínez, Doctor Arquitecto por la Universitat Politècnica de Valencia y profesor de la misma, contó con la participación de Xosé Manuel Tato, director general del Área de Urbanismo y Servicios Generales del Ayuntamiento de Pontevedra; Juan Carlos Sánchez, ingeniero jefe del Ayuntamiento de Benidorm; Emilio Vicedo, presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante, Raimundo Martínez, ingeniero del Ayuntamiento de Elda, y Amelia Navarro, Directora de Sostenibilidad de Hidraqua.
Al acto asistieron el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, y el concejal de Servicios Públicos Sostenibles, José Antonio Amat, además de otros miembros de la Corporación Municipal, técnicos del Ayuntamiento de Elda, representantes de colectivos y asociaciones, y público en general.
Aniceto Pérez, director del Plan Estratégico y Andrea Paños, coordinadora general del mismo, se encargaron de dar la bienvenida a los ponentes y asistentes al encuentro.
Antes del inicio de la mesa de trabajo, intervinieron Xosé Manuel Tato y Juan Carlos Sánchez. Tato explicó que en el proceso de creación de una ciudad sostenible y accesible, iniciado en 1999, «es fundamental que haya voluntad política por parte de los gobernantes, la coordinación de esfuerzos de todos los actores que intervienen en el espacio público y, por supuesto, la participación social, a través de las asociaciones y colectivos y después directamente a través de la ciudadanía».
El responsable del urbanismo de la ciudad gallego afirmó que «la transformación de la ciudad es un proceso integral, que debe incluir una actuación flexible y completa, que abarque toda la ciudad». De esta manera, «se aprovechan sinergias, se consigue coherencia y se aprecian los avances. Se debe buscar un diseño del espacio público para todos, recuperando a las personas que habían sido expulsadas del mismo por los vehículos. El espacio público debe tener un uso plural en el que no haya aceras a distinto nivel, en el que la movilidad peatonal sea prioritaria».
Por su parte, Juan Carlos Sánchez señaló que «en una ciudad normal se pueden hacer muchas cosas en cuatro años si hay un compromiso real. A través de diferentes planes, en Benidorm hemos puesto en marcha diferentes medidas y de entre ellos destacaría el Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Somos una ciudad turística con una población que fluctúa y que por su verticalidad hace que las distancias no sean muy grandes, por lo que más del 70% de los desplazamientos se hacen a pie. Además, el modelo vertical hace que haya menos kilómetros de acera y de asfalto».
Durante el debate, Xosé M. Tato explicó que «el impacto de las medidas puestas en marcha en Pontevedra han tenido un efecto muy positivo en diferentes aspectos, tanto demográfico como económico y social». Emilio Vicedo afirmó que «hay unos retos globales, a nivel europeo, y es el momento de la transformación de las ciudades. Se habla de urbanismo saludable e inclusivo, pero lo más importante es mejorar las vidas de las personas. En el caso de Elda, tiene una escala perfecta y una oportunidad en su casco histórico, con una trama ideal. Las fórmulas de peatonalización van acompañadas del dinamismo del pequeño comercio, mejorando la calidad del espacio urbano y haciéndolo atractivo. Hay que humanizar las ciudades».
Raimundo Martínez indicaba que «hay que dar más protagonismo a los espacios verdes. No es una cuestión de dinero, es una cuestión de desconocimiento. En cada barrio hay un parque o zona verde, pero para pasar de una zona verde a otra hay que cruzar una jungla urbana. Elda se puede cruzar en 15 o 20 minutos, pero hay que mejorar los espacios de conexión entre zonas o nodos verdes» .
Amelia Navarro señalaba que «desde Hidraqua marcamos dos líneas de actuación: reducir las pérdidas de agua y la reutilización de las aguas regeneradas . Para ello es fundamental la innovación y la inversión. Elda está por encima del rendimiento medio, pero aún hay margen para mejorar. En Benidorm, por ejemplo, de cada 100 litros de agua que se inyecta en la red, se aprovechan 95. En Elda estamos implantando medidas para garantizar el suministro recurriendo a varias fuentes e implantando en los acuíferos herramientas digitales para mejorar el uso».
En relación a la creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), Emilio Vicedo concluía con que «en Elda, la zona más proclive a este tipo de actuación sería el Casco Antiguo. Hace falta un análisis del territorio y saber qué objetivos buscamos, porque no se trata de crear una isla central. El Casco Antiguo es un escenario de libro en Elda para crear una ZBE, pero también se puede trabajar en el cauce del río».
