Lo han vuelto a hacer. Las niñas y niños festeros de Elda se han lucido en el Desfile Infantil. También ellos tenían muchas ganas de volver a salir a las calles con sus trajes y escuadras tras dos años sin poder disfrutar de la fiesta capital. A pesar de ello han demostrado que mantienen intacto el desparpajo, la gracia y el salero ofreciendo un espectáculo que llenó el centro de la ciudad de público, risas y aplausos.

El Desfile Infantil de Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

Tres décadas han pasado ya desde que los responsables de la fiesta de Moros y Cristianos de Elda decidieron celebrar el Desfile Infantil a las siete de la tarde de un viernes. La medida suscitó polémica y generó críticas pero el tiempo ha dado la razón a los artífices y, de hecho, es uno de los actos que más espectadores reúne, festeros y no festeros, en los cinco días de San Antón.

El grupo de baile del boato Pirata. ÁXEL ÁLVAREZ

Ayer miles de personas, eldenses y visitantes, volvieron a llenar las calles para disfrutar de la gracia y el salero de los tesoros y los genios de las nueve comparsas. Desde la plaza Castelar siguiendo por Juan Carlos I, plaza Sagasta, Jardines, Dahellos, Elia Barceló y Antonio Vera hasta Padre Manjón. Todo eran risas, aplausos y palabras de elogio a las escuadras y sus cabos.

La pequeña virtuosa de la Fanfarria Zíngara en el Desfile Infantil. ÁXEL ÁLVAREZ

Y en el año del resurgimiento festero los boatos infantiles de las comparsas de Piratas y Huestes del Cadí han trasmitido un mensaje de solidaridad, futuro y vida, manteniendo presente el recuerdo de los eldenses que el virus se llevó sin saber que los de 2019 serían «sus últimos Moros». Pero la autenticidad y la alegría que trasmiten los niños, y la contundencia de las marchas moras y cristianas, consiguieron borrar las penas y el festejo con el que finalizó el segundo día de fiestas demostró, un año más, que la grandeza está en lo pequeño.

Las típicas piruetas de los pequeños Estudiantes. ÁXEL ÁLVAREZ

"La vida pirata es la vida mejor"

El boato con el que la comparsa de Piratas abrió el bando cristiano llenó las calles de anclas, catalejos, calaveras, pirañas, olas del mar, islas desiertas y el preciado mapa del tesoro. Mientras el público coreaba «la vida pirata es la vida mejor», los bares y cuartelillos próximos al itinerario eran un hervidero de gente buscando refrigerio para combatir "el caloret".

El público ovacionando a los pequeños festeros. ÁXEL ÁLVAREZ

Las olas del mar del boato Pirata. ÁXEL ÁLVAREZ

También el boato infantil de la comparsa de Huestes del Cadí abrió el bando moro con dos bloques diferenciados. El primero integrado totalmente por voluntarios de colegios de Elda. Con una alfombra mágica, portada por cuatro niñas y escoltada por tres niños con estandartes de plumas, celebraban la entrada del genio a la ciudad. Vestidas de princesas y de pequeños genios de la lámpara, y con una coreografía dinámica, dieron paso a una elegante plataforma simulando un palacio árabe.

Los genios y las princesas del boato de las Huestes del Cadí. ÁXEL ÁLVAREZ

Un grupo de baile encabezó el segundo bloque del boato escenificando un mercadillo persa y, a continuación, una carroza con una lámpara gigante de donde salía un genio capaz de hacer realidad tres deseos. Los niños de las Huestes del Cadí tenían muy clara la elección: «devolver la magia a las fiestas, a los festeros y a la ciudad y sus gentes». Los tres deseos.

Actos del sábado de Moros

Hoy Elda llega al ecuador de sus fiestas de Moros y Cristianos. A las 10 horas los arcabuces harán retumbar el casco histórico como preludio a la Estafeta y Embajada Mora que se desarrollará en la plaza del Ayuntamiento a las 11.30 horas. Y por la tarde, a las 18 horas, la Entrada Cristiana desde la plaza Castelar hasta Padre Manjón.