El Voluntariado Ambiental de Pinoso cumple este verano 25 campañas ininterrumpidas en la vigilancia y prevención de incendios forestales así como en tareas de conservación de la vida silvestre de los espacios naturales de Pinoso. A esta labor realizada en colaboración con la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica se han sumado desde el verano de 1997 centenares de voluntarios que, durante un largo y provechoso periplo que ellos califican de "aventura", han participado y colaborado con el Área de Medio Ambiente.

Este departamento municipal ha sido, además, pionero en la conservación de especies acuáticas continentales, como el fartet y los anfibios, así como en proyectos de restauración de espacios degradados. Principalmente en las canteras de mármol del monte Coto y especialmente en el humedal de El Prado-Rodriguillo que recientemente ha sido incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana. Iniciativas por las que, junto con el programa de voluntariado ambiental, el Ayuntamiento de Pinoso ha recibido diferentes premios y reconocimientos de ámbito autonómico y estatal.

Tareas de conservación del Voluntariado Ambiental en el humedal del Prado-Rodriguillo de Pinoso. INFORMACIÓN

Entre las tareas de conservación de la biodiversidad, el Área de Medio Ambiente lleva años facilitando la recogida de fauna herida para su posterior puesta en libertad una vez finalizado el proceso el Centro de Recuperación de Vida Silvestre de Alicante.

Precisamente la última actividad de suelta de fauna silvestre ha tenido lugar hace unos días con la liberación de seis cernícalos, dos autillos, dos mochuelos, un erizo y dos galápago leprosos. La actividad generó nuevamente mucha expectación con la esperanza de que estos animales vuelvan a tener una nueva oportunidad de supervivencia, y contribuyan a mantener la biodiversidad del humedal de Pinoso. Un singular enclave en el interior de la provincia que, pese a estar protegido y catalogado, sigue siendo muy vulnerable a los impactos ambientales desencadenados por diferentes actuaciones que amenazan su delicado equilibrio.

La suelta de fauna salvaje del Voluntario Ambiental de Pinoso en colaboración con el Centro de Recuperación de Vida Silvestre de Alicante. INFORMACIÓN

La última suelta de aves del Voluntario Ambiental de Pinoso en el humedal del Prado-Rodriguillo. INFORMACIÓN

Mantener puntos de agua para anfibios, así como cauces y acequias con presencia de fartet son algunas de las tareas de conservación de fauna silvestre desarrolladas por el voluntariado ambiental de Pinoso. Si bien la base de la convocatoria es la vigilancia y prevención de incendios forestales en los montes y espacios naturales del término municipal, las voluntarias y los voluntarios también han desempeñado durante el último cuarto de siglo acciones de detección de vertederos y residuos, recogida y supervisión de especies exóticas invasoras, repoblación y riego de emergencia de especies autóctonas, así como conservación de fauna silvestre, especialmente la más vulnerable y en peligro de extinción, en zonas de gran valor ecológico, paisajístico y cultural, permitiendo mantener sus servicios ecosistémicos: desde el suministro de alimentos y agua potable, la supervisión de la calidad del aire y del suelo, el control de enfermedades, la recuperación de hábitats para especies así como la realización de actividades de ocio y tiempo libre en la naturaleza.

El Voluntariado Ambiental de Pinoso regresando al Aula de la Naturaleza tras una de sus actividades de conservación de la fauna. INFORMACIÓN

El Aula de la Naturaleza de las Tres Fuentes es la base del voluntariado pinosero. Desde ella se organizan rutas de vigilancia fijas y móviles, así como tareas informativas a vecinos y visitantes del entorno del Paraje Natural del Monte Coto, la Sierra del Reclot, el humedal del Prado-Rodriguillo y el Cabeço de la Sal.

De esta manera, el Voluntariado Ambiental de Pinoso también aporta su granito de arena contra el cambio climático. Sus actuaciones contribuyen a cuidar la biodiversidad, mantener el equilibrio ecológico, prevenir pandemias, cuidar del territorio y actuar sobre los impactos humanos en el medio ambiente.