Todo apunta a que las temperaturas estivales tienen los días contados y, como se anunció días atrás, la probable conversión de ciclón tropical a borrasca de Danielle provocará un abrupto cambio de tiempo en la Península Ibérica, lo que generará precipitaciones muy generosas en la vertiente atlántica y cierta dispersión de las lluvias en el Mediterráneo.

"Lo importante es que para nuestros intereses, a partir del martes lloverá y lo más importante, con un descenso abrupto de las temperaturas", explica el meteorólogo Lluís Francés.

Para este viernes se espera en la provincia de Alicante otra jornada de cielo entelarañado por las nubes altas, temperaturas máximas cercanas a los 35 grados centígrados en las comarcas del interior y vientos que, desde mediodía, marcarán la componente marítima moderada.

Mañana sábado bajan las temperaturas -rondarán los 30 grados- en una jornada de escasa y variable nubosidad con flujos marítimos. Pocos cambios de cara al domingo, si acaso máximas algo más altas y refuerzo de brisas. "Pero con la semana próxima llegarán los cambios", insiste el Hombre del Tiempo Comarcal de Alicante.