Hace unos días, durante la presentación de su candidatura, Toni Pérez llamó al escenario a su compañero de grupo municipal y amigo José Ramón González de Zárate con estas palabras: «Juntos hemos pasado un desierto». Se refería, como es evidente, a la moción de censura de 2009, que supuso todo un drama histórico para el PP de Benidorm.

Hasta aquel cataclismo, Pérez atesoraba mucha experiencia en los sucesivos ejecutivos populares de Vicente Pérez Devesa y Manuel Pérez Fenoll. Entró en el ayuntamiento en la lista del primero en 1995 y ya en la siguiente legislatura, la que arrancó en 1999, obtuvo los galones de portavoz del grupo municipal, cargo que nunca ha abandonado ni en el gobierno ni en la oposición. Cuando tuvo poder, se dedicó únicamente a tres concejalías: Educación, de cuyas temáticas siempre habla con pasión, Juventud y Personal. En lo que sin duda constituye un extraño caso en el PP, jamás ha detentado un cargo fuera del ayuntamiento; siempre se labró su trayectoria política en su pueblo natal. Y siempre se mantuvo con lealtad en segunda línea, por detrás del alcalde o del líder de la época. También fue actor de las azarosas batallas internas del partido.

Eso sí, jamás había sido cabeza de cartel. Hasta que tras veinte años de trayectoria política, le ha llegado su gran oportunidad. En él ha depositado el PP la esperanza de reconquistar el poder municipal perdido hace 6 años, cuando comenzó el desierto.