David Cortés asumió ayer con resignación que el próximo domingo no jugará uno de sus partidos más esperados de la temporada. El lateral extremeño alcanzó la madurez futbolística en el Getafe y ahora verá desde la grada el crucial choque que mide a ambos equipos y en el que al Hércules sólo le vale la victoria porque los dos siguientes compromisos son a domicilio y en estadios tan complicados como El Madrigal y el Bernabéu.

"Son cosas que pasan en el fútbol, lo que me da rabia es que la tarjeta amarilla fue muy tonta. Yo tenía el balón controlado y ganada la posición, pero Diego Capel me la robó y preferí agarrarle antes que darle una mala patada", explicaba ayer el veterano zaguero, titular indiscutible en el lateral derecho.

Cortés, que militó las cuatro últimas temporadas en el Getafe, calificó al próximo rival blanquiazul como "un equipo con altibajos" y que se siente "muy incómodo" cuando le privan sin la posesión de balón.

Cuestionado por la preocupante racha a domicilio de cuatro meses sin marcar y sólo 6 puntos sumados de los 39 disputados, Cortés respondió: "Yo he pasado rachas peores en algunos equipos. Lo más importante es que tenemos margen de mejora para puntuar fuera y romper esa mala dinámica. Lo que está claro es que no podemos bajar el listón en el Rico Pérez".