Los técnicos Miguel Aracil y Antonio Puche recibieron ayer la carta de despido del Hércules de manos del consejero delegado Carlos Parodi, como ya sucedió el día anterior con el secretario técnico Carmelo del Pozo y la responsable de recursos humanos Nuria Vázquez.

Miguel Aracil, exjugador del Hércules, realizaba funciones de técnico en las categorías inferiores, mientras que Antonio Puche elaboraba informes para el primer equipo. El exayudante de Mandiá se quedó en el club por motivos personales tras el despido del técnico del gallego y desde entonces ha estado muy vinculado al presidente Jesús García Pitarch, a quien tampoco le consultaron ayer desde el club antes de efectuar estos dos despidos.

Con el adiós de Puche, el club se queda sin técnicos en las oficinas para realizar gestiones debido a que Sergio y Carmelo también fueron despedidos. Únicamente continúa Carlos Castro, quien realiza los informes de los rivales del equipo de Quique Hernández.

Por su parte, Aracil trabajaba en la Fundación Hércules, pero tenía contrato con la entidad blanquiazul. Vinculado desde hace muchos años a las categorías inferiores, esta temporada estaba a las órdenes de Paco Ors, director de la Fundación tras la llegada de Pitarch.

Jordi César, ilusionado

Jordi César López, futbolista de la cantera del Hércules, expresó ayer su ilusión por su próxima renovación con el conjunto alicantino, al que regresó este verano tras haber pasado por las categorías base del Real Madrid y del Valladolid.

Juanma López, representante de Jordi César, negoció el miércoles la continuidad del joven jugador en el Hércules y el propio futbolista confirmó ayer que las posturas para continuar en el club están bastante cercanas y se podría cerrar un acuerdo la próxima semana. "Las negociaciones van bien y estoy contento. Tengo ganas de quedarme aquí y esto tiene que ir lento para que las cosas acaben perfectas", comentó el defensa, que ha tenido la oportunidad de participar en varios partidos de Liga con el primer equipo, con el que entrena a diario.

Si no hay ningún cambio en los próximos días, el jugador firmará un contrato por tres temporadas, aunque no sabe en qué términos se mueven las negociaciones, algo que deja para su agente y su padre, según dijo.

Reconoció que su vida "ha cambiado mucho" desde su regreso al Hércules en verano porque pasó de estar sin jugar en el filial a disputar dos o tres partidos, tener la suerte de que le llamaran para subir al primer equipo y tener un buen debut. Así lo recordó el defensa, quien suele jugar de lateral izquierdo aunque admitió que le gusta más actuar de central.