La popular imagen de Chechu en Cádiz el pasado año mirando al palco con gesto de rabia debe cambiarse esta noche por la del equipo en Luceros celebrando el ascenso por todo lo alto. La rabia contenida por aquel penalti señalado erróneamente ha hecho que la fuerza del grupo resurja con mucha más potencia. El partido reúne todos los ingredientes para vivir un momento épico e histórico en el Rico Pérez. El 1-0 que debe remontar el Hércules le confiere más si cabe un componente heroico a la meta deseada. Un día de los que se recuerdan para siempre.

Hogueras recién acabadas, Eurocopa, elecciones... todos los astros parecen ponerse de acuerdo para poner el colofón sobre las doce de la noche en la fuente de Luceros un día antes del España-Italia. Momentos de tensión los que esperan cuando el árbitro señale el inicio del partido en un Rico Pérez lleno. La comunión afición-equipo es idónea. Los seguidores se han entregado especialmente desde el inicio del play off y una vez más recibirán al autobús de la plantilla para acompañarla en los últimos metros hasta el vestuario. Es el día. No hay más después.

Va a haber nervios, tensión, una marea amarilla con más de 2.000 seguidores del Cádiz en la grada y muchas ganas de dejar en el olvido lo sucedido la pasada temporada y abandonar una categoría que no pertenece al Hércules. El 1-0 de la ida deja sitio a los optimistas y a los pesimistas, pero si el equipo de Mir es capaz de dejar la portería a cero, como ha sido norma habitual buena parte de la temporada, no se escapará el ascenso de ninguna forma. La plantilla está convencida de la remontada. Ahora da igual que se juegue bien o mal. Sólo vale anotar un gol lo antes posible para empezar de cero la eliminatoria y hacer valer la mayor calidad de la plantilla del Hércules. Me mojo. Victoria por 2-0 con goles de Mainz y Chechu. A disfrutar de un partido con ambiente de final de Primera División.