Acaba el entrenamiento del pasado jueves y la legión de canteranos que se entrena con el primer equipo se retira a los vestuarios bajo un inclemente sol. Los conos los recoge voluntariamente Juli (Alcoy, 1981), quinto fichaje del Hércules y exjugador de Córdoba, Alavés, Alcorcón, Rayo Vallecano, Elche, Poli Ejido, Benidorm, Castellón y Alicante. El detalle de los conos refleja el nivel de compromiso, entusiasmo e implicación del futbolista con su nuevo club y con el objetivo del ascenso. No obstante, Juli pide calma para quitar presión al vestuario y apela constantemente a la humildad y el trabajo como claves del éxito.
Teniendo como tenía ofertas de Segunda A [Lugo
Era ya el momento de pensar en mi familia. Y que no se me malinterprete porque siempre pienso en ella. Hasta ahora pensaba en fútbol y en llevarme a la familia conmigo, pero esta vez he pensado en ir yo donde está la familia. Soy de Alcoy y, además de que el Hércules ha sido uno de los clubes que más ha apostado por mí, busco calidad de vida y estar junto a mi familia. No sólo con mi mujer y mis niños [dos], sino con los abuelos y demás. Eso se tiene que valorar también.
¿No le ha importado bajar de categoría y abandonar el fútbol profesional?
En absoluto. Al contrario. Ya me he hecho y tenía la idea bastante clara. Al final, el fútbol continúa y vas teniendo cierta edad y sabes que ese momento tiene que llegar. Te vas haciendo a la idea y para mí no es ningún paso atrás. Vengo a un club con aspiraciones que está confeccionando un gran equipo y vengo a luchar, a por todas y dios quiera que la próxima temporada vuelva a jugar en Segunda A con el Hércules.
Entre otros muchos equipos, ha jugado en el Elche
Todos tenemos un pasado y no lo podemos cambiar, pero hay que vivir el presente. Cuando estoy en un club, además de darlo todo y ser profesional, intento adaptarme lo más rápido posible al club y a la ciudad. He tenido la fortuna de que la ciudad la conozco de sobra y al club también, pese a no haber estado dentro. Hay que empezar a vivir sus costumbres y rutinas cuanto antes para facilitar tu adaptación.
El Hércules ya intentó ficharle en anteriores ocasiones...
Muchísimo. Yo firmé en el Alicante hace 16 años [temporada 2001-02] y ya estaba interesado el Hércules. Ha sido año tras año hasta que he firmado.
Delantero, segundo punta, extremo, mediapunta... ¿En qué demarcación se siente más cómodo?
Si tuviera que elegir, por detrás del punta. Pero yo estoy aquí a disposición del míster para lo que él quiera.
Además de experiencia, lucha y compromiso, ¿qué va a aportar Juli a este Hércules?
Humildad, trabajo, muchísimo trabajo, intentar ayudar. Apoyar a todos dentro de la plantilla, a los jóvenes y a los menos jóvenes. Intentar estar ahí para el que me requiera y aportar ese plus de veteranía, experiencia y saber estar. Pero, sobre todo, trabajo y mucha profesionalidad.
Tiene claro que el único objetivo del Hércules es el ascenso...
Sí, a ver... De inicio, sí, pero tenemos que tener los pies en el suelo. No podemos lanzar las campanas al vuelo. Trabajo, muchísimo, día a día. En agosto no vamos a ser campeones de Liga por mucho que queramos. Nuestra cabeza, en la primera jornada y, a partir de ahí, las siguientes.
Sin ser delantero centro puro, usted se lleva bien con el gol...
Sí. No soy un goleador de 12 a 18 tantos, pero entre goles y asistencias, sí llego, piso el área... Tampoco hay que delegar toda la responsabilidad en los delanteros. En un equipo tenemos que aportar goles todos, cada uno desde su posición. ¿Por qué no los centrales en jugadas de estrategia pueden aportar seis u ocho goles?, los mediocentros con llegada, los interiores... Porque el año que un delantero no pueda marcar 18 o 19 goles y se quede en 12, que los jugadores que tenga alrededor aporten siete o nueve. Todos tenemos que sumar.
Apenas lleva una semana como jugador del Hércules. ¿Qué primera idea tiene del funcionamiento interno del club?
Es un club profesional, que ha tocado el cielo en Primera. Instalaciones geniales, un campazo, afición increíble, calidad de vida en la ciudad. Todo eso atrae mucho. Y el Hércules está con hambre y con ganas. A pesar de ser un club grande es humilde. Está volviendo a crecer y a mí me gustaría crecer con él pese a mi edad.
¿Y qué impresión tiene del proyecto que lidera el entrenador Gustavo Siviero?
El objetivo está claro que es el ascenso. Pero hay que quitarse responsabilidad dentro del vestuario sabiendo cuál es la meta. Nosotros tranquilos y a trabajar el día a día con paciencia. Que nadie se ponga nervioso y al final lo demos todo en los partidos. Se trata de trabajar la semana a tope para darlo todo en los noventa minutos del partido. Y así cada semana.
¿Quién ha sido su principal referente como futbolista?
De pequeño me gustó siempre Hristo Stoichkov. Una persona con garra y temperamento, trabajador, luchador, con gol, características con las que yo me identifico mucho. Y últimamente Iniesta, por la clase de persona, por su humildad, por la calidad y lo que representa en el Barcelona y en el fútbol mundial es «top».
Usted trabajaba como electricista al tiempo que jugaba en el Alcoyano
Sí. Vinieron a ver un Alcoyano-Eldense los responsables del Alicante para seguir a Darío Aliaga, un delantero rival. Casualidades de la vida, ganamos 2-0 y yo marqué los dos goles. Luego siguieron seis o siete partidos más y ya sabemos el resto de la historia.
¿Cómo ve a sus dos rivales provinciales, Elche y Alcoyano, en los que ya jugó en su día?
El Alcoyano es un proyecto muy consolidado que lleva dos años muy buenos y al final tiene que caer la breva. El año pasado se quedó a las puertas. El Elche es un recién descendido que está dando un extra e intentará subir a la primera. Eso nos vendrá bien, que haya equipos como Mallorca y Elche, con esa responsabilidad de ascenso. Nosotros con la capa y la máscara, por detrás, pico y pala y mucho trabajo para llegar al final con opciones.
¿Qué opina del traspaso de Neymar
Son cifras estratosféricas. Sobre todo conforme está la vida actualmente. Puede sonar incluso a falta de respeto para la gente de a pie. Si lo han pagado es porque pueden y porque las empresas de Dubai ganarán mucho más de lo que han pagado. Esto es una rueda que está así montada y espero que no vaya a más y quede como algo excepcional porque, si no, se puede ir de madre el fútbol.
