Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Segunda RFEF

Ortiz apostará por savia herculana para intentar recomponer el proyecto

►El empresario quiere rodearse de profesionales con pasado en el club que conozcan bien la idiosincrasia de la entidad para reconstruir todas las áreas ►El propietario pretende meditar cada decisión y no prevé nombramientos inminentes

Enrique Ortiz y Carlos Parodi, propietario y presidente del Hércules, respectivamente, aplauden la salida del equipo al campo. ALEX DOMINGUEZ

Empieza otro capítulo, el noveno de un serial sin aparente final feliz, eterno, repetitivo, uno que cuenta con renglones muy torcidos la historia de un club reñido consigo mismo, que trata de aproximarse al fútbol profesional, el único a la altura de su historia centenaria, cada vez más puesta en cuestión por la acumulación de proyectos fallidos. La salida de Carmelo del Pozo, arquitecto de los dos últimos, abre un abismo delante de la propiedad, que nunca da con la tecla exacta a pesar de haberlas tocado todas, algunas más de una vez.

Enrique Ortiz, como todos los dirigentes sobre los que pesa la amenaza permanente del fracaso, quiere rodearse de profesionales de los que sepa qué puede esperar exactamente, tipos a los que conozca y le conozcan a él y a su forma de entender la gestión, una con sello propio, reconocible (y discutida) desde hace dos décadas.

Lo que no quiere es precipitarse en la toma de decisiones, en los nombramientos, en las construcciones de los equipos de trabajo para vertebrar todas las áreas, desde la dirección del fútbol base a la administración de la SAD. Tiene muy claro que todo el que entre este verano en el Hércules debería de tener pasado blanquiazul, preferentemente dentro del campo, que sepa transmitir a quienes dependan de ellos lo que significa ser parte de una entidad sometida a un escrutinio incesante, a la pulsión incontenible de su masa social, que disfruta y padece en el mismo grado, que no escatiman ni en afectos ni en odios recurrentes.

Ortiz ha trabajado bien con su último director deportivo, ha creído en su labor. A diferencia de lo sucedido en cursos pretéritos, ha intervenido lo mínimo aunque, por su forma de entender la gestión deportiva, siempre se reserve decisiones en las que no es fácil contradecirle al ser heredero de una filosofía empresarial en la que quien paga tiene derecho siempre a decir la última palabra, a dar el sí definitivo.

El dueño aspira a formar un equipo de trabajo que se compenetre bien y le permita a él pasar de nuevo al segundo plano

decoration

El constructor, después de los dos últimos fiascos contra todo pronóstico, tras confiar el día a día a un técnico metódico con hechuras de director general, desea insuflar herculanismo de campo a su entorno más íntimo. En esa tesitura, y con esos condicionantes, el cupo de supuestos integrantes de la SAD blanquiazul, con o sin nómina a cargo del club, no resulta tan amplio. Lo primero que tendrá que decidir Ortiz es qué grado de implicación desea tener en esta novena tentativa del Hércules de abandonar el fútbol de esparto, el que no da beneficios, solo rozaduras. Esa es la medida que determinará, en cascada, todo lo demás.

Quique Hernández avanza en su rescisión amistosa

Poco amigo de enfrentamientos, polémicas y resentimientos, Quique Hernández ha iniciado la negociación formalmente con el Intercity para dejar de ser su director deportivo en las próximas fechas. El arquitecto de los dos últimos ascensos del conjunto negro desea abandonar la SAD que preside Salvador Martí del mismo modo que llegó a ella, de manera tranquila, alcanzando un acuerdo sin imposiciones ni intermediarios. El técnico valenciano quiere llevar con absoluta discreción las conversaciones consciente de que, con la cotización en bolsa del Intercity, cualquier acción fuera de tono puede provocar fluctuaciones en el mercado de valores poco beneficiosas para el grupo deportivo del que sigue formando parte a pesar de que sus dirigentes, públicamente, ya han anunciado la conversión de uno de sus accionistas, el futbolista crevillentino Juanfran Torres, ex del Atlético de Madrid pase a controlar esa parcela en Primera RFEF.

Observar como te adelantan todos los vecinos de provincia con peor estructura, menos medios y poca o ninguna experiencia en la élite a lo largo de su singladura, efímeras algunas, pasa factura y multiplica el desengaño. Que a los demás les salga bien todo y a ti rematadamente mal ha abierto un periodo de profunda reflexión en el seno de la SAD propiedad de la familia Ortiz que, a pesar de la frustración, la impotencia y el cabreo inextinguible, no se plantea ceder el control accionarial a alguien de fuera que no esté dispuesto a pagar por el Hércules lo que su dueño cree que vale, una cantidad que, ahora, en la categoría en la que compite, está muy por encima de su valor real de mercado, incluyendo la unidad productiva. El Hércules 22-23 empieza andar, pero lo hace a paso lento y supuestamente firme.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats