El Comité Técnico de Árbitros (CTA) decide este miércoles qué grado de sanción deben cumplir Maxi Ribero y Joan Truyols después de que ambos fueran expulsados en el transcurso del partido que enfrentó al Hércules con el Manresa el domingo pasado, en el Rico Pérez. El pivote y el central confían en que en ninguno de los casos exceda del castigo mínimo que prevé el reglamento cuando se muestra la tarjeta roja: dos partidos de suspensión.

El colegiado zaragozano David Ruiz Esquinas escribió en su acta lo siguiente al final del encuentro: «En el minuto 42, el jugador (5) Emanuel Maximiliano Ribero fue expulsado por golpear con el pie en forma de plancha en la pierna de un contrario usando fuerza excesiva, estando el balón en juego, pero no a distancia de poder ser jugado. El jugador adversario necesitó asistencia médica, pudiendo continuar el partido con normalidad».

El árbitro maño justifica del mismo modo la cartulina roja al defensa blanquiazul. «En el minuto 70, el jugador (15) Joan Guillen Truyols Mascaró fue expulsado por realizar una entrada a un contrario usando fuerza excesiva, estando el balón en juego, pero sin posibilidad de disputar el balón. El jugador adversario no necesitó asistencia médica, pudiendo continuar el partido con normalidad».

Las imágenes de las que dispone el equipo no son lo suficientemente claras como para ser usadas en una alegación

A juzgar por la redacción del acta, que no refleja agresión en ninguno de los dos casos, el Hércules confía en que el castigo que reciban finalmente sus futbolistas sea el mínimo. El club podría presentar alegaciones a la sanción si lo estima oportuno, pero las imágenes de las que dispone no aclaran de forma nítida lo que sucedió en el caso del rifirrafe entre el pivote argentino y el delantero ghanés Noah, las emitidas durante la emisión en streaming a través del servicio de la empresa multimedia Web Directo.

El colegiado David Ruiz Esquinas muestra la tarjeta roja a Joan Truyols. ALEX DOMÍNGUEZ

El mediocentro explicó a su entrenador que lo que realmente sucedió es que las piernas de ambos quedaron entrelazadas después de caer juntos al suelo y que simplemente maniobró para «desanudarse» y ponerse en pie rápido. El juez del partido lo interpretó como un «planchazo» violento, y de ahí la expulsión.

El caso del central es indefendible con imágenes porque su entrada dura a media altura no ofrece discusión porque la intención era la de evitar la contra. El problema en el caso de Maxi Ribero es que cuando cumpla la suspensión que le imponga el CTA, seguirá estando apercibido de sanción, ya que tiene cuatro cartulinas amarillas en su estadística, es decir, está a solo una de completar el ciclo. Nadie en el seno de la entidad cree que, con la redacción del acta, el comité pueda ir más allá e incrementar las fechas sin poder jugar tanto a Maxi como a Truyols. El fallo se conoce este miércoles.