¿Puede peligrar la promoción para el Hércules?

El Hércules se apaga. Emite señales preocupantes que sus malos números se encargan de subrayar. El equipo de Torrecilla se parece poco o nada al de la primera vuelta. Y no es una apreciación, sino una realidad. En el arranque de la competición, en las siete primeras jornadas de liga, los alicantinos sellaron seis triunfos y una derrota, la de Sant Andreu. Ahora, en este mismo tramo de encuentros, justo después de proclamarse campeón de invierno, los blanquiazules han firmado cuatro tropiezos, un empate y solo dos victorias.

Esto significa que ahora, en el mismo trayecto, ha acumulado once puntos menos, una circunstancia que le aleja de la cabeza, de la que ahora le separan dos partidos a falta de diez fechas para el cierre de la temporada regular. El camino elegido es proceloso porque las opciones de saltar de categoría de manera automática a la conclusión del campeonato se evaporan demasiado rápido.

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El Hércules bipolar mantiene la misma endeblez defensiva de la primera vuelta, en la que en buena parte de los encuentros tenía que lidiar con su rival adelantándose en el marcador. Entonces, la pegada y la fe en la reacción empujaban hacia adelante. Ahora, esa capacidad de definición, de entrega colectiva y de lucha coral, surge con cuentagotas. Ni en su propia casa se muestra fiable el conjunto alicantino de forma regular.

Eso obliga a mirar para abajo y no solo a la cima de la clasificación porque los perseguidores vienen apretando por más que el margen para asegurar, en el peor de los casos, la presencia en la promoción de ascenso continúe siendo amplio.

El Hércules, ahora cuarto, aventaja en 8 puntos al Espanyol B, sexto, que ha enlazado tres victorias en las últimas citas ligueras, lo mismo que el Sant Andreu, que está solo dos puntos por detrás del bloque de Torrecilla cerrando la zona de «play-off». Al cuadro blanquiazul ya le ocurrió con Sergio Mora eso tan desastroso de entrar en la postemporada en la última plaza disponible a pesar de haber cerrado como líder las primeras 17 jornadas de competición.

Teruel ya no es el espejo

El objetivo del preparador extremeño, como el de su predecesor más reciente, Lolo Escobar, era llegar a las últimas diez semanas con las opciones de ascenso directo intactas. Matemáticamente, la coyuntura le da la razón al cacereño, pero las sensaciones distan de ser las que sirven para asegurar la presa. El Hércules de la primera vuelta mejoraba los números del último campeón del grupo 3, el Teruel. Ahora, la fotografía ha variado sobremanera.

El conjunto alicantino, después de 24 jornadas, acumula 43 puntos, ocho menos que el club aragonés, que a estas alturas ya llevaba 51. Ni siquiera le da para igualar a La Nucía y al Intercity, que pelearon hasta el último día por el campeonato. Ellos empataban en cabeza con 46 puntos a diez fechas del cierre de la temporada regular.

La vulnerabilidad defensiva que no se ha resuelto está pasando ahora una factura muy elevada al equipo de Torrecilla, al que le cuesta una barbaridad que los rivales –con independencia del sitio que ocupen en la clasificación–, le marquen tanto dentro como fuera de Alicante. En la segunda parte de la Liga solo una vez ha podido dejar la portería a cero. En las otras seis ha encajado y en la mitad de ellas más de un tanto.

El equipo de Torrecilla tiene 8 puntos de margen para asegurar el «play-off» en las diez jornadas que le restan a la competición

Así es complicado dar alcance al Badalona, que no pierde desde mediados de noviembre y ha enlazado una racha de cinco victorias que le han valido para rascarle ocho puntos al Hércules, los tres que tenía de desventaja al final de la jornada 19 y los cinco que, como líder, ahora le saca a los alicantinos. 

Pensar que está en la mano del equipo blanquiazul darle la vuelta a esta situación es mucho pensar teniendo en cuenta que aún debe desplazarse al césped artificial de Vic, donde juegan este año los badaloneses tras el enfrentamiento con el Ayuntamiento de su ciudad.

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En las oficinas del Rico Pérez se niegan a creer que el título de liga esté descartado con los 30 puntos que aún restan por disputar, pero la deriva en la que ha entrado el proyecto, con un exceso pernicioso de bipolaridad y con las partes blandas del plantel sin corregir convenientemente en la ventana invernal de fichajes, no aventuran un desenlace ideal, mas bien al contrario.

El siguiente en pisar el Rico Pérez es el Europa, un rival directo que llegará muy descansado después de que su duelo contra el Mestalla fuera suspendido como consecuencia del trágico incendio en València del jueves. Dirán que no es una final, pero decir se pueden decir muchas cosas.