Hércules: La mitad de la competición a remolque

Las inercias hay que vigilarlas, sobre todo si juegan en contra del proyecto. El Hércules ha empezado perdiendo cuatro de sus últimos seis partidos oficiales y solo ha ganado uno, el que vivió en Paterna, frente al Mestalla. El mal hábito de comenzar por detrás en el marcador se ha concentrado en las últimas fechas, pero es un «defecto» que ha estado presente desde el comienzo del curso.

El equipo de Rubén Torrecilla ha encajado gol antes que su oponente en más de la mitad de los encuentros que lleva jugados desde que inició el curso en septiembre. Eso le ha obligado a un sobreesfuerzo que va pesando en las piernas (y la mentalidad) de los futbolistas, que empiezan a habituarse de manera muy poco ventajosa a tener que remar contra corriente en muchas ocasiones, demasiadas para un aspirante al ascenso directo que necesita no hacer tantas concesiones.

Los blanquiazules se han visto obligados a remontar en siete de los 13 encuentros que han jugado hasta ahora, incluyendo el de Copa del Rey frente al Burgos. De todos ellos, solo en dos ocasiones consiguió darle la vuelta al marcador y llevarse los tres puntos a pesar de verse por debajo en el tanteador de inicio.

Ambas, curiosamente, a domicilio, que es donde mayoritariamente se enfrenta a esta coyuntura desfavorable el equipo de Torrecilla. Ganó a la Penya Independent en Ibiza y al filial valencianista en el Antonio Puchades, en Paterna. Terminó empatando con Terrassa y Alzira y perdiendo con el bloque burgalés en el torneo del KO, y con los dos clubes de barrio de Barcelona, Europa y Sant Andreu. Dos triunfos de siete posibles arrancando con desventaja es un balance que se explica por sí mismo. En la mayoría de veces, ese primer tanto en contra nace fruto de un despiste, de un fallo de concentración y, como no, del acierto inusual del adversario, que en varias ocasiones ha conseguido batir a Carlos Abad en el primer acercamiento a portería.

Difícil respuesta

No existe una fórmula para atajar este mal, para evitar formalmente que el contrincante se ponga por delante en el marcador, lo único en lo que se puede profundizar es en la frescura, física y mental, de los jugadores sobre el césped, algo que se logra con un reparto razonable de los minutos, con motivación (incluyendo en este capítulo a los que menos juegan) y juntando las líneas para, en caso de pérdida, no estar tan lejos unos de otros como ha ocurrido en las dos últimas jornadas durante buena parte del encuentro.

La Liga está muy apretada por arriba, más que en los dos últimos dos años. Con sus números de ahora, el Hércules lideraría las ligas que ganaron el Intercity y el Teruel de manera consecutiva desde la implantación de la Segunda RFEF. Pero en el tercer capítulo, con eso, de momento, no basta porque nadie está dispuesto a ceder terreno, sobre todo en casa. El despegue ha sido muy bueno, pero todavía falta el vuelo y, lo más difícil, aterrizar en Primera RFEF.