El Hércules firma números de ascenso directo

Diga lo que diga la percepción, el Hércules vuela. Los números que está firmando el equipo de Rubén Torrecilla son de campeón, de ganador de la fase regular, registros de ascenso directo al final del curso. Supera los guarismos de los dos únicos precedentes que existen desde la formación de la Segunda RFEF. Los alicantinos, cumplido el primer tercio de la competición, son mejores que el Teruel, que dio el salto de categoría el pasado mes de mayo, y que el Intercity, que lo hizo un año antes.

Son datos objetivos que no ofrecen discusión más allá del gusto futbolístico de cada uno. Y a pesar de eso, no le vale para ser líder destacado, ni siquiera para ser líder en solitario. Los blanquiazules, segundos por detrás del Lleida, están a estas alturas de la Liga con más puntos y más triunfos que Teruel e Intercity. En el caso de los aragoneses, que ascendieron con semanas de antelación, después de 11 partidos estaban en la cuarta posición con 22 puntos, tres menos de los que acumulan los alicantinos.

El equipo de negro, el que selló el objetivo en la última jornada después de vivir un estrecho mano a mano con La Nucía, acumulaba 21 puntos tras completar las once primeras fechas, cuatro menos que su rival en la capital, que por aquel entonces, con Sergio Mora al frente, estaba décimo, con 16 puntos de 33 posibles.

El Espanyol B era el líder el curso pasado tras las 11 primeras jornadas con 23 puntos, 7 triunfos y dos derrotas

El curso pasado, los blanquiazules, con Ángel Rodríguez a dos semanas de ser destituido, ocupaban la undécima plaza con 13 puntos, a ocho de la zona de «play-off» y a solo tres del descenso. Torrecilla ha pulverizado todos los registros herculanos en la cuarta categoría. Ha sumado el 75% de los puntos que ha disputado su equipo y eso, que es muy difícil de sostener, es la clave de un proyecto que este verano decidió cambiar la forma de construir el vestuario para que fuera el club quien se adaptara a la competición (y a su terca idiosincrasia) y no al revés, algo que hizo antes y nunca le salió bien.

Fijación lógica

Una de las obsesiones en el seno del club, que creció con la entrada de Carmelo del Pozo en la dirección deportiva, era la de lograr sacar al primer equipo del Grupo 3 para evitar la enorme competencia que reina dentro. Los años dan la razón visto lo visto. Hace dos temporadas, el Hércules se integró en el Grupo 5 y aunque no obtuvo su objetivo principal, le dio para alcanzar la promoción a pesar de rubricar un año irregular, fundamentalmente en la segunda vuelta.

El año pasado, de nuevo como miembro del grupo tercero, con idéntica torpeza competitiva (o una bastante similar), sobre todo en el José Rico Pérez, se le acabó el curso más pendiente de no bajar a Tercera RFEF que de dar el salto a la antesala del fútbol profesional. Reunir en una liga a los clubes catalanes, valencianos y baleares, da igual la categoría, siempre obliga a elevar mucho el nivel de exigencia a aquellos que ambicionan sobresalir. Más todavía si el objetivo es acabar la temporada regular por delante de todos ellos.

El formidable arranque que ha liderado Torrecilla le ha tenido líder en solitario solo dos semanas de las once. Mantiene un pulso vibrante con Lleida y con Badalona Futur, que sueñan con lo mismo que el Hércules, entre otras cosas, con librarse de la tortura del césped artificial. Con los ilerdenses iguala en cabeza y a los badaloneses los tiene justo detrás, a un solo punto. A su estela, el Europa (con 21) les pisa los talones. La Peña Deportiva (con 17) delimita la zona de promoción. El colchón de los alicantinos para asegurarse, al menos, la disputa del «play-off» es de 9 puntos, tres partidos. En eso es en lo único en lo que de veras se nota el gran arreón inicial.