Segunda RFEF

Análisis | Las grietas de un Hércules campeón

Los blanquiazules, que han firmado un inicio de Liga memorable, espectacular en lo estadístico y superior al de los dos anteriores campeones de liga en Segunda RFEF, presenta aspectos menos luminosos que convendría no descuidar

José Artiles se lamenta dentro de la portería de una ocasión fallada por el Hércules en el José Rico Pérez de Alicante.

José Artiles se lamenta dentro de la portería de una ocasión fallada por el Hércules en el José Rico Pérez de Alicante. / Alex Domínguez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Construir un equipo campeón es muy difícil. Hay que acertar mucho, muchas veces. De todos los que lo intentan, con suerte lo consigue uno. Por eso hay que estar vigilante, no ceder al efecto narcótico de la vanidad, goloso de más, siempre apetitoso. Para ser el mejor, conviene revisar hasta el último fleco, no dejar nada al azar. Menos aún en una entidad con tendencia al deterioro, adicta al dolor. 

El Hércules ha firmado un primer tercio de campeonato sensacional, fabuloso, tanto que se mejora a sí mismo y a los dos equipos que han logrado el ascenso directo a Primera RFEF desde la reestructuración del fútbol nacional. Parecería que todo está bien, que no hay de qué preocuparse, pero hasta los bloques más sólidos presentan grietas. No son alarmantes, pero están ahí y hay que vigilarlas.

CÉSPED ARTIFICIAL

Dos victorias en los 5 partidos disputados sobre caucho

En una temporada con 12 campos de hierba sintética hay que tomarse en serio el juego en esa superficie. Hasta ahora, el equipo alicantino ha disputado cinco jornadas sobre moqueta con un balance aceptable: dos triunfos, dos derrotas y un empate. Siete puntos de 15 posibles, menos de la mitad. El ratio se debería poder mejorar para que el puntaje general (ahora mismo por encima del 75%) no se resienta dado que aún restan siete visitas a terrenos de juego duros, secos, donde el bote se predice mal, el balón se controla regular y el traslado de la pelota se ralentiza si se quiere hacer de forma controlada.

LATERALES INVISIBLES

Ni Hugo Sanz ni David López han tenido encaje en el equipo

Pocas cosas ha tenido más claras Rubén Torrecilla desde el comienzo de curso Solo una rotación en 11 jornadas. Ni Sergi Molina, ni Hugo Sanz, y aún en menos medida Diego López, que ni siquiera se ha colado en una convocatoria, han podido demostrarse que pueden ser útiles, no han tenido ocasión. El lateral zurdo del Murcia jugó unos minutos en Formentera, pero de forma testimonial. La lesión de Candelas en Terrassa puso en jaque la elección del entrenador, que ha decidido no tener más de un zaguero en el banquillo. A otros les gusta disponer de dos rotaciones por línea, pero al extremeño no, él da prioridad a quienes ayudan a ganar partidos, del centro del campo hacia adelante.

EL MEJOR ALVARITO POSIBLE

Se adapta a los dos perfiles de ataque, pero sobresale en uno

En la cuarta categoría, dos años después de su refundación, cada temporada quedan menos futbolistas diferenciales, ni siquiera abundan los sub-23 de proyección porque la Primera RFEF es un escaparate más apetecible para quienes, equivocadamente, creen que allí dispondrán de minutos de calidad. Pasa poco. En esas circunstancias, conviene sacar todo el jugo a los escasos que quedan. Alvarito es uno de ellos. El madrileño se adapta bien a los dos perfiles de ataque.

Se maneja bien en las dos bandas siendo diestro cerrado. Pero en una se le ve disfrutar y en la otra no. Cumple en ambas, pero solo en el flanco izquierdo su rango de tiro crece. Sus centros son buenos en desde los dos laterales, pero sus disparos tras regate, arrancando hacia dentro, son mucho más letales cuando arma la pierna desde la izquierda, tal y como sucedió en el Olímpic la semana pasada.

Alvarito ha aprendido a no protestar, a servir al colectivo, a dejar el ego sobre la mesa y poner su talento en favor de un objetivo coral. Eso lo ha conseguido su entrenador. Se hartó de Ángel Rodríguez y, sobre todo, de Lolo Escobar, pero bajo la tutela de Torrecilla ha vuelto a crecer, a evolucionar, que es una tarea que se le olvida completar a la mayoría de técnicos (malos).

PORTERÍAS A CERO

Mantener la fortaleza defensiva como visitante

El Hércules, en sus viajes, no ha logrado extrapolar ni una sola vez la enorme capacidad que ha demostrado para no encajar goles en el José Rico Pérez. Los blanquiazules no han recibido ni un tanto en su estadio en cinco partidos. Eso allana mucho el camino a la hora de sumar de tres en tres. Fuera, a domicilio, la estadística empeora. Nueve veces han batido a Carlos Abad lejos de Alicante, más de una diana por contienda. Por suerte, ha anotado otros tantos y, gracias a eso, es el segundo mejor equipo como visitante del grupo 3 con solo dos derrotas, una más que el Badalona, que ha disputado un partido menos a domicilio. Si mejora en esta parcela, aumentarán notablemente sus probabilidades de salir campeón.

La forma de equilibrar

Pivote, doble pivote o trivote

Los blanquiazules han empleado las tres con diferente suerte y con distintos protagonistas. Es la única zona del campo que no está definida todavía. El técnico lo justifica de forma fácil (y muy conveniente): «Tengo cinco futbolistas para tres posiciones y todos pueden ser titulares porque son muy buenos». Puede que no le falte razón, pero si es así, hay que afilar más el sistema para que no se desaproveche nada del talento. Todos se complementan salvo Mangada y César que, con personalidades muy diferentes, juntos se solapan... y hasta se estorban.