Nolan redime a un Hércules tibio en el tiempo añadido

A la séptima semana resucitó el equipo. Lo hizo con un gol de Nolan en el minuto 94, sin excesiva superioridad en el cómputo global, con tímidos arranques desde fuera del área, sobre todo en la segunda parte. Pero lo hizo. Tal vez por eso lo celebró como un ascenso sobre la hierba del Suñer Picó. Gritando con rabia. Corriendo. Abrazándose fuerte, liberados de una presión que empezaba a ser demasiado asfixiante, puede que hasta incapacitante.

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Por fin. Por suerte. Por tesón o por esa cosa insólita que tiene a ratos el destino de ayudarte a levantarte cuando ya lo habías dado todo por perdido. El Hércules rompe en Alzira una inercia lesiva que le ha tenido firmando una media pírrica de un punto por semana desde que arrancó la segunda vuelta. Ayer, cuando el eco del sexto empate seguido le daba otra mano de pintura gris a la triste historia blanquiazul, un saque de esquina cambió el signo de la historia, ojalá sea un punto de inflexión sobre el que pivotar para retomarle el pulso a una competición que aún sigue abierta a pesar de los despropósitos, de la ineficacia y de los partidos a ritmo de procesión.

No se impuso con brillantez ni con dominio en el centro del campo. Lo hizo por mayor entereza física en el tramo final, cuando el cuadro valenciano ya se conformaba con las tablas y se sentía cómodo aguantando las marcas y dejando que su portero, Vicent Dolz, atajara sin alardes los disparos centrados y mansos del Hércules.

Lo cierto es que hasta ese minuto 94 que devolvió a los alicantinos el gusto dulce de la victoria, había sido el bloque de Marc García el que más méritos había acumulado para adelantarse en el marcador. En la primera mitad pudo hacerlo tres veces, dos de ellas casi consecutivas. Primero fue Busquets quien definió mal delante de Carlos Abad, que se apresuró a cerrar el espacio al atacante del Alzira, que se coló entre los centrales para llegar suelto a la frontal del área 200 segundos después del pitido inicial.

El Alzira dispuso de tres acciones muy claras para adelantarse en la primera mitad y envió un balón al palo en el 73’

Al filo de la media hora, con el cuadro de Torrecilla gobernando la posesión sin ninguna profundidad, una bola perdida en tres cuartos de campo propició un contragolpe bien moldeado por Robert Costa. En dos pases, encontró abierto a Abraham, que ganó metros por su carril aprovechando la ausencia de Samu en tareas de contención. Su pase de la muerta lo conectó Joaquín y se topó con la mano dura de Carlos Abad.

El balón rechazado, suelto, muerto en zona muy franca, lo golpeó Lado con la grada celebrando un tanto cantado. No contaba con la notable capacidad del guardameta canario para rehacerse tras su primera intervención. Se lanzó al suelo intuitivamente y se interpuso entre la punta de la bota y el gol coreado en tribuna desbaratando la aproximación más clara.

Segundo renacer

Ese salvavidas que el arquero blanquiazul le brindó a sus compañeros valió para sortear sin miedo, y sin presencias en el área, el tiempo hasta que Nico Espinosa se adueñó de su banda. Hasta el ingreso del «diez» todo fueron arrebatos deslavazados, con escaso veneno, resueltos sin apuros por el cancerbero del Alzira, mucho más presente tras la reanudación.

Los alicantinos mejoraron en la segunda mitad, pero sus disparos a portería pecaron de blandos

El capitán le dio otro aire al ataque de Torrecilla. Empezó a superar líneas con sus regates, a encontrar puntos débiles en la defensa, a generar desequilibrios, superioridades. Los valencianos fueron reculando, pertrechándose cerca de su portería, dando por bueno el punto hasta que en el 73, después de una pérdida de Colomina en la medular, con el equipo alicantino proyectado en acción ofensiva, el contragolpe gestionado por Montiel acabó en la zurda de Joaquín Rodríguez, que con un golpeo seco el interior del pie dibujó una rosca que terminó estrellándose en la madera. A la cuarta tampoco llegó el 1-0.

Torrecilla rearmó su ataque, refrescó la delantera, esta vez sin «arriesgar» con la fórmula de dos delanteros sobre el césped, pero dotando al juego de más fluidez y más velocidad. El Hércules arrinconó al Alzira y De la Nava dispuso del mejor remate en el 92, pero a su cabezazo le faltó maldad... y colocación. Con el tiempo ya cumplido, el colegiado decidió que los alicantinos ejecutaran un saque de esquina. El último. Nico levantó el brazo, centró al primer palo y allí peinó De la Nava. La maniobra desactivó la defensa del Alzira y Nolan, solo, metió la pierna en el segundo palo para darle la victoria a su equipo. A la séptima fue la vencida. Santo Dios... cuanto cuesta.

Ficha técnica

► ALZIRA: Vicent Dolz; Abraham (Bono, 90’), Robert Costa, Solbes, Nacho Vila (Marcos Bravo, 90’); Lado, Laurel (Palacín, 70’); Dylan (Mángel, 61’), Joaquín, Tòfol y Busquets. 

► HÉRCULES: Carlos Abad; Samu Vázquez, Ryan Nolan, Josema Gómez, Candelas; Javi Moreno (Richie Dapaah, 89’), Miguel Marí, Roger Colomina, Alvarito Nico, 66’), De la Nava y Coscia (Marcos Mendes, 66’). 

► GOLES: 0-1, Min.94: Ryan Nolan. 

► ÁRBITRO: Fernando Moreno Osuna (Castilla-La Mancha).  

► T. Amarillas: para JoaquínRodríguez (23’), Roberto Laurel (68’) y Nacho Vila (74’), del Alzira, y para Javi Moreno (42’), del Hércules.

► T. Rojas: Sin expulsados.

► ESTADIO: Luis Suñer Picó de Alzira. Encuentro correspondiente a la jornada 29 en el grupo 3 de Segunda Federación con presencia herculana en las gradas. Un centenar de aficionados blanquiazules acudieron al estadio para animar a su equipo.