Primera RFEF

El sueño herculano de Miguel Marí se apaga

El centrocampista alicantino no entra en la planificación blanquiazul y tampoco tiene asegurada la continuidad en el Eldense

Miguel Marí festeja con los seguidores del Hércules el ascenso del equipo alicantino a Primera RFEF el pasado 5 de mayo, en la Plaza de los Luceros.

Miguel Marí festeja con los seguidores del Hércules el ascenso del equipo alicantino a Primera RFEF el pasado 5 de mayo, en la Plaza de los Luceros. / Jose Navarro

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El deseo de triunfar como su padre con la camiseta del Hércules se aleja... al menos a corto plazo. Miguel Marí sabe que tiene muy pocas opciones de repetir cesión este curso en el conjunto blanquiazul. No entra en la planificación puesta en marcha oficialmente con la incorporación de Antonio Montoro y está obligado a iniciar la pretemporada con el Eldense el 8 de julio, día en el que está citado para someterse al examen médico previo al comienzo de la rutina física.

El centrocampista no tuvo la fortuna de aprovechar la oportunidad tras el parón de Navidad, cuando forzó el préstamo al equipo de su ciudad, desestimando en ese instante ofrecimientos de proyectos de superior categoría, en Primera RFEF. Marí puso todo de su parte para recalar en el Hércules, pero no siempre los anhelos, por más fuerte que se sientan, llevan aparejado el éxito aunque el fanatismo homeopático sostenga lo contrario.

Gozó de la confianza de Rubén Torrecilla desde el primer minuto. Paco Peña tenía fe en que repitiera el excelente nivel que, a juicio del secretario técnico, mostró en el Intercity, donde coincidieron los dos. Tal vez por eso entró en enero en un vestuario en el que su perfil no era el que realmente se echaba en falta tras la «huida» de César Moreno al Mestalla.

El Deportivo le dará otra oportunidad este verano antes de decidir si lo cede o le deja como agente libre

A pesar de ello, acabó cambiando el Nuevo Pepico Amat por el Rico Pérez. Lo hizo feliz, decidido, pero asumiendo que el movimiento era bastante arriesgado. Así lo valoró la dirección deportiva del Eldense, muy consciente de que si Marí no lograba despuntar en la segunda vuelta del campeonato –a pesar de haber bajado dos peldaños la competitividad– las opciones de concretar con él una buena operación este verano o de ganarse una plaza útil en el bloque de Segunda en Elda serían remotas.

Miguel Marí se lamenta de un fallo justo detrás del pichichi del Hércules Marcos Mendes.

Miguel Marí se lamenta de un fallo justo detrás del pichichi del Hércules Marcos Mendes. / Héctor Fuentes

Sin brillantez... y sin suerte

El concurso de Miguel Marí no alcanzó en ningún momento el pico que todos aguardaban. Terminó jugando 12 partidos con el escudo del Hércules, diez de ellos como titular, pero solo completó cinco. Tampoco conectó con la grada a pesar de tenerlo todo a favor. Puede que la responsabilidad le acabara jugando una mala pasada. La sensación de indefinición, de falta de sitio, de protagonismo en el sistema ideado por Torrecilla para defender y atacar sin mediocentro de posición, le pasó factura hasta el punto de terminar escuchando pitos.

Su condición de fijo en las alineaciones coincidió con el peor momento futbolístico del campeón de liga, que remontó el vuelo y cristalizó la remontada justo cuando él se quedó fuera y el centro del campo lo coparon Mangada y Colomina, que siguen en Alicante como activos de la entidad blanquiazul por merecimiento propio.

A punto de cumplir 27 años, y después de haber debutado tímidamente en Primera, muy joven, en el Eibar, con solo 21, el alicantino debe hallar la regularidad y el lugar en el que poder desarrollar sus facultades. El Hércules no cuenta con él, tiene otro plan para su línea medular, y eso le obliga a convencer a quien tome el relevo de Fernando Estévez (si finalmente no prospera un acuerdo de continuidad con el técnico granadino), que no le dio chance antes de salir del plantel en el mercado de invierno.

Pendiente de la salida de Fernando Estévez

Si definitivamente se produce un cambio en el banquillo del Deportivo, Marí podrá partir de cero y ganarse su plaza en la segunda categoría nacional. Si no es así, deberá aceptar un nuevo destino aunque eso conlleve alejarse de casa porque el tiempo en el deporte profesional pasa muy deprisa.

Miguel ni siquiera llegó a ser presentado oficialmente como futbolista herculano, no se creyó oportuno, pero él no se resigna a que este tren haya pasado para siempre. Lo que sí parece claro, en este punto de la pretemporada, es que el centrocampista, que siente los colores de forma sincera y le gustaría triunfar vestido de blanquiazul, arrancará el curso 2024-2025 fuera del Hércules y sin plaza asegurada en el Eldense. Aun así, no se arrepiente de su decisión.