FRANCIA

El expresidente francés Nicolás Sarkozy pide negociar con Putin para acabar con la guerra de Ucrania

El exmandatario ha presentado en España su segundo libro de memorias, en el que habla de los últimos años de su presidencia

Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia

Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia / EP

Mario Saavedra

Cuenta Nicolás Sarkozy (París, 1955) una anécdota que define su relación con Vladímir Putin. Era verano de 2008, y las tropas rusas habían invadido Georgia. El presidente galo quiso intervenir en la crisis para obligar a su homólogo ruso a retirar sus tanques. Mantuvo con él una larga reunión "de ocho horas". A mitad del encuentro, le llamó su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni. No podía responder, pero tiene por costumbre no hacer esperar a su mujer, dice. Así que decidió poner el teléfono en manos libres y tenerla un rato en espera. "¿Con quién hablabas? ¡Estabais gritando!", le dijo Bruni después, según cuenta Sarkozy. La reunión había sido crispada, tensa, pero el francés dice que gracias al encuentro, Putin terminó retirándose del país invadido.

El episodio lo ha narrado este miércoles el expresidente galo en la presentación en Madrid de su libro de memorias, Los años de las luchas (Alianza editorial). En un acto en el hotel Ritz, Sarkozy ha defendido la necesidad de negociar con Putin para poner fin a la guerra en Ucrania. "Me sorprende la gente que habla de Putin sin haberlo conocido. Yo he tenido ochenta reuniones con él", ha dicho el galo. "¿Cómo se arregla un problema sin hablar con el adversario? ¿Cómo se soluciona? ¿Haciéndose el listo en televisión, diciendo que hay que enviar armas y bombas?".

Sarkozy ha estado arropado en su presentación en Madrid por el expresidente José María Aznar, al que ha definido como un amigo, aunque “no siempre ha tenido un carácter fácil”; la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida. Dice Sarkozy que Madrid es una de sus ciudades favoritas del mundo: "Yo podría vivir en Madrid [...] Es París con menos lluvia, más altura, menos atascos y un mejor alcalde”, ha añadido, en referencia a Almeida y a su homóloga Anne Hidalgo.

Sobre la guerra de Israel contra Hamás en Gaza, Sarkozy opina que Francia debe mantenerse del lado de Israel, "porque existió la Shoá [el holocausto]", pero al mismo tiempo recuerda que "no son los árabes los que exterminaron al pueblo judío; Auschwitz no está en Oriente Próximo, está en Europa". "No porque defienda la existencia de Israel estoy del lado de Netanyahu: la solución de dos Estados es la única posible, también por la seguridad de Israel".

Sarkozy ha criticado a las Naciones Unidas, que para él debería ser quien resuelva el problema. "¿Quién conoce al secretario general de la ONU?", ha preguntado retóricamente. Propone crear un nuevo Consejo de Seguridad con más miembros permanentes. El actual no representa al mundo de hoy: no hay países africanos o latinoamericanos, o India, el país más poblado del mundo, argumenta.

Presentación del libro de Nicolas Sarkozy

Presentación del libro de Nicolas Sarkozy / EFE

Condenado e imputado

A principios de octubre, el juez imputó a Nicolas Sarkozy por financiación ilegal de su campaña con dinero libio, manipulación de testigos y estafa en banda organizada. Ya fue condenado por corrupción en 2021 a un año de prisión. El expresidente francés asegura en su libro que su condena y los juicios pendientes son parte de una persecución injusta contra su persona. 

En estas memorias, sus segundas en francés, pero las únicas traducidas al español, narra los años finales de su presidencia de la República, entre 2007 y 2012, marcada por la gestión de la crisis económica de 2008. Cuenta con detalle la visita que realizó a España en 2009, en plena crisis del euro. Asegura que la falta de regulación de los mercados financieros fue la causa de aquella crisis sistémica mundial.

Considera que España es "una de las grandes naciones de Europa", pero que no se lo termina de creer: "A veces he pensado que creía más en la importancia de España que muchos españoles", ha afirmado en Madrid. Resalta de la relación con nuestro país su colaboración en la lucha contra ETA: “En 2002 dije que Francia no iba a ser la base de los terroristas”, rememora de su etapa de ministro de Interior francés. 

Nicolás Sarkozy ha subrayado cómo "llegó a lo más alto" del poder a pesar de no haber pertenecido a la élite francesa. Ha reivindicado el placer de la lucha y la pasión por la vida. No ha descartado presentarse de nuevo, a preguntas de Ana Blanco, la periodista que ha dirigido el acto.

Obama y Carla Bruni

Sarkozy habla largo y tendido en el libro de su relación con los líderes mundiales. Ha definido a Barack Obama como guapo pero frío y muy preocupado por su imagen. Ha contado con amargura cómo el presidente estadounidense se negó a emitir un comunicado conjunto para pedir un juicio justo para el presidente egipcio Husni Mubarak, que le "caía bien" y que finalmente fue ejecutado. Obama le dijo que no, porque daría mala imagen a la juventud egipcia. Para Sarkozy fue un error: “Soy un hombre de convicciones, no de imagen”. 

En Los años de las luchas, Sarkozy se desmarca de la extrema derecha sin ambages. La tacha de populista e irresponsable. Defiende la necesidad de una derecha sólida democrática y del histórico bipartidismo derecha-izquierda.

Sobre su relación con la cantante Carla Bruni, que catapultó a la pareja a la fama mundial, Sarkozy asegura que su carácter mediterráneo, rápido, se complementaba con la solidez de carácter, de combustión más lenta, de ella. Ha expresado el dolor por el error que cometió su padre cuando adelantó en una entrevista a un diario alemán que Bruni estaba embarazada.